ALEJANDRO SANZ: Tras tanto éxito
Por Beto Hale y Rodrigo O. Sánchez
A lo largo de su carrera, Alejandro Sanz ha logrado caminar exitosamente por una línea muy angosta y sumamente difícil de seguir por tantos años: la línea que divide a la música hecha con el corazón y la mente de las posibilidades de mercadeo de este arte.
Sanz comienza su carrera artística en 1991 con la grabación del álbum Viviendo Deprisa, con el cual alcanza ventas de más de un millón de copias. En 1993 le sigue Si Tú Me Mirasen el cual Sanz se asocia con figuras ya consagradas como Paco De Lucía y Nacho Mañó. En 1994 lanza un álbum en vivo bajo el título Alejandro Sanz Básico.
Su madurez musical se haría notar drásticamente en 1995 con el álbum 3.
En éste, Sanz se muestra como un letrista inteligente y único a través de canciones como “Mi Soledad y Yo” y “La Fuerza del Corazón”.
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En 1997 graba Más con el cual rompería el récord de venta para un artista español con más de cinco millones de discos vendidos. Este álbum logra traspasar las fronteras del idioma al convertirse en disco de oro en Brasil. El sencillo “Corazón Partío”se convertiría en un éxito rotundo de radio llevando la música de Sanz a chicos y grandes en más de 17 países. Junto a las ventas récord de Más, vino también la gira promocional, la cual fue también un éxito rotundo. Sanz se presentó en diversos países del continente americano con entradas agotadas en la mayoría de sus presentaciones, incluyendo Río de Janeiro y São Paulo.
La expectativa era grande para su siguiente trabajo titulado El Alma al Aire, el cual vendió un millón de copias en la primera semana solamente en España y repitió la hazaña alcanzada por Más al agotar entradas en donde se presentara y vender más de cinco millones de copias.
Tras tanto éxito, MTV invitó a Sanz a grabar un Unplugged en el 2001.
Su último trabajo titulado “No Es Lo Mismo” es el más provocativo hasta hoy. En éste, Sanz se presenta mucho más atrevido y audaz tanto en sus letras como en aspectos musicales tales como armonía, estructuras, métricas, etc. Acompañado de algunos de los mejores músicos del mundo, Sanz presenta un álbum con un nivel de fuerza, carácter y madurez impensables para un arista Pop de su nivel comercial. He aquí lo que dijo a Músico Pro.
Hace unos años [ver Músico Pro, julio/agosto, 1998] nos comentaste que a pesar de tener mucho equipo de grabación en casa, siempre terminabas usando una pequeña grabadora para guardar ideas. ¿Ha cambiado este proceso con el tiempo?
Sigo trabajando mucho con la grabadora pequeña porque creo que ésta es la manera de sacar las ideas. Una vez que tengo las ideas sobre la canción, las empiezo a colocar en Notator Logic. Sin embargo, si las canciones no funcionan en guitarra y voz o piano y voz –o en el caso de este disco, con el tres cubano – las deshecho porque pienso que una canción debe funcionar por sí sola. Ya después se añaden otras cosas y se construyen los arreglos.
¿El hecho de trabajar con Lulo Pérez se dio a raíz de que buscabas un sonido con influencia cubana o él fue quien te llevó en esta dirección una vez que empezaron a trabajar juntos?
Pienso que hay una fascinación mutua entre el Flamenco y la música cubana que viene de hace mucho tiempo. Siempre hay un momento en el proceso creativo en el cual te acuerdas de Cuba. Pienso que la relación viene de los primeros flamencos que llegaron a este lado del mundo y conocieron la música que se hacía en Cuba. A partir de ahí se crearon los “cantes de ida y vuelta” que son cantes que hacen los flamencos pero con mucha reminiscencia cubana, como, por ejemplo, la guajira. El tema “Labana” lo compuse antes de saber que iba a trabajar con Lulo Pérez, pero definitivamente él aportó todo lo que le faltaba en cuanto a sonido cubano.
¿Has tenido la oportunidad de estar en Cuba y tocar con músicos locales?
No he estado en Cuba pero sí he trabajado con músicos cubanos.
¿Qué nos dices en cuanto a las letras y el ángulo más político que contienen?
Más que política, es humanismo lo que trato de reflejar. Me preocupa mucho más el drama de la persona que se va de Cuba en una balsa dejando atrás a toda su familia y arriesgando su vida, que la vida de Fidel Castro.
La canción “12 x 8” , hasta donde pudimos interpretar, trata sobre lo que ha pasado en los últimos dos años con la guerra contra el terrorismo y demás. ¿Qué nos dices al respecto?
Creo que ninguna visión que tengas del disco es equivocada. Esto es exactamente lo que propone el disco: poder ver las cosas del punto de vista del vaso medio lleno o medio vacío, pero también ver a través del cristal o a través del agua. Lo que propone es una apuesta por una forma individual de ver las cosas que creo es lo único que nos va a llevar a un entendimiento mutuo, sobre todo cuando seamos capaces de respetar las ideas de los demás.
Pienso que la gente que escucha las canciones también compone al escucharlas, por lo cual hay que dejar abierta esa puerta.
A estas alturas de tu carrera, ¿te preocupa lo que suceda con las ventas de un disco?
Siempre preocupa porque eso es reflejo de la aceptación que tiene el disco, pero no es mi principal preocupación. Cuando me pongo a componer un disco no estoy pensando en las ventas. Simplemente no me puedo poner a hacer eso porque sería un condicionamiento. Precisamente lo que estoy proponiendo es una alternativa al pensamiento musical actual. Hoy en día parece que todo tiende a sonar igual y muchos artistas pretenden cantar igual que otros o hacer lo mismo. Aquí hay una propuesta totalmente contraria a todo esto, y por eso sería contradictorio pensar en las ventas antes que pensar en el arte en sí.
¿Qué porcentaje del disco fue grabado con los músicos tocando al mismo tiempo, y en qué tanto se hicieron overdubs?
Exceptuando bajo y batería, todo se grabó después. La clave estuvo en la forma de tocar de los músicos y la fascinación que ellos mismos profesaron a lo que estaban tocando, lo cual hace que todo suene prácticamente en vivo. El mismo Anthony Jackson [bajista] se pasaba 14 horas en el estudio ¡y todavía te pedía más tiempo para seguir tocando!
Esto quiere decir que le tocaste una fibra a músicos que graban docenas de discos al año; les llegó mucho tu música.
Yo creo que estaban muy metidos en el trabajo y hasta los vi ilusionados, lo cual te motiva mucho más. Este disco ha sido una motivación constante. Hasta la persona que diseñó la portada se sentía provocada por las canciones y yo creo que eso aporta muchísimo a este trabajo.
¿Qué fue lo que te llevó a seguir trabajando con Vinnie Colaiuta en vez de algún músico español o italiano como en el pasado?
Los músicos que están en este disco son algunos de los mejores del mundo. La forma de tocar de Vinnie es muy particular; toca muy por delante del tiempo pero al mismo tiempo puedes prácticamente escuchar el aire de su baqueta. Tiene la particularidad de dar la sensación de tocar hacia atrás cuando en realidad esta tocando hacia adelante. Esa forma de llevar el tiempo tan agarrada y a la vez con tanto swing es muy difícil de conseguir en un baterista.
A su vez, Horacio “El Negro” Hernández tiene otra forma de tocar; lo hace con el tiempo mucho más para atrás, con un feeling mucho más latino, por decir. Pero para determinados temas como “No Es lo Mismo”, la batería de Vinnie Colaiuta es la madre de las baterías.
¿Que músicos te van a acompañar en vivo?
Aún no lo sé. Lo que pasa es que la mayoría de los músicos de este disco tienen una trayectoria muy larga y ya no hacen giras.
¿Qué tanta libertad tendrán los músicos en el concierto, con respecto a improvisación?
Habrá mucha improvisación, pues yo pienso que así deben ser las presentaciones en vivo. No tener este elemento sería como un infierno en la Tierra, ya que siempre estarías atado.
Para el disco Más nos habías comentado que tenías unas 30 canciones, de las cuales escogiste 10 para el disco. ¿En esta ocasión fue similar?
Hice entre 40 y 50 temas.
¿Alguno sobrevivirá para otra ocasión?
Voy a retomar casi todos los temas que quedaron fuera para seguirlos trabajando porque me parecen interesantes.
¿Cómo decides qué canciones eliminar y cuales incluir?
Las mismas canciones son muy crueles entre ellas, y enseguida te dicen si son válidas o no; se van eliminando solas si no van por la dirección correcta.
¿Usas secuencias en las presentaciones en vivo?
En la última gira casi no. Sólo de vez en cuando para arreglos de cuerdas ya que no podíamos llevar una orquesta entera de gira. Pero quiero prescindir completamente de cualquier tipo de secuencia. Si acaso usaremos un click para poder entrar al tiempo del tema porque creo que es fundamental que haya libertad en el escenario: poder parar el tema cuando nos da la gana, poder improvisar con naturalidad y aprovechar la espontaneidad del momento.
¿Cómo varía la reacción de distintos públicos en diferentes países?
Más que los públicos, lo que cambian son los días. Hay días en los cuales el público está más eufórico y en otros más calmado.
¿Qué es lo último que estás escuchando en estos días?
Lo que tengo en mi reproductor de discos ahora es el último trabajo de Seal, el cual me gusta mucho.
En tu última entrevista nos comentaste que habías grabado la voz de Más en nueve horas. ¿Sigues trabajando igual de rápido?
Muchas de las voces de este disco las grabé y las mezclé en mi propio estudio aquí en casa y luego las mandé para que las pusieran sobre las pistas musicales. Ni siquiera dejé que mezclaran las voces. Usé Logic y es que aquí trabajo mucho más a gusto y me siento mucho más creativo. Aparte no dependes de nadie.
¿Ahora que mencionas tu estudio casero, qué equipo tienes?
(Alejandro se levanta y se dirige hacia su estudio). Básicamente tengo una Powerbook G4 de Apple con un disco duro externo y un convertidor de Apogee. Utilizo un micro Neumann, dos racks de Neve, un MOTU 828 con el cual tengo bastante para grabar las voces en casa.
¿Qué te gusta escuchar en los monitores en una situación en vivo?
Me gusta escuchar mi voz seca y sin efectos para evitar confusiones. También bastante armonía, pero más que todo que la mezcla sea fiel. Uso monitores de oído pero también me gustan los sidefills para sentir más presión.
¿Qué guitarras usas estos días?
Más que todo las Fly de Parker. Para Flamenco uso una guitarra de un diseñador español; la marca es Paco de Lucía.