RALPH ROLLE: Dueño del groove
Por Maria Entraigues Abramso
Hace unos dos meses tuve la suerte de ver a Nile Rodgers y Chic en vivo en el teatro Wiltern de Los Ángeles. No fue mi primera vez. Hace muchos años que mi gran amigo Jerry Barnes toca el bajo en este grupo y siempre que surge la oportunidad voy a verlos. La noche anterior al show nos fuimos a cenar a un restaurante argentino y afortunadamente para mí, y para Músico Pro, Ralph Rolle también asistió a la cena. Fue un placer conocer a este ser tan especial, gentil, inteligente y talentoso. Durante un rato largo mi amigo Jerry bromeaba y me decía que Ralph era uno de los que tiraba los cables en el escenario, que no tiene poco mérito pero claro, era un juego entre ellos, ya que sabemos lo importante que es el baterista para el bajista y viceversa, sobre todo en un grupo de funk. Más tarde me confesaron que era el baterista, yo nunca había conversado con él antes, conocía su nombre pero sólo lo había visto de lejos en el escenario y detrás de su instrumento. Podemos decir que en un show como este el baterista es un pilar fundamental del grupo, el motor que lleva la gran nave.
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Al día siguiente fue el espectáculo y por supuesto no usé me asiento ni por un segundo. Ralph y el grupo sobrepasaron todas mis expectativas. No solo Rolle tocó como un reloj, pero a la vez con un swing tremendo y grooveando como pocos bateristas pueden hacerlo, sino que también cantó. Luego del show nos reunimos todos backstage y pasamos unas horas de charlas muy bonitas, también con Nile Rodgers.
Al avecinarse este número de Músico Pro de batería no me quedó otra opción más que invitar a Ralph a tener una charla para la revista. Este músico excepcional ha tocado con artistas como Stevie Wonder, Al Green, Jennifer Hudson, Aretha Franklin, Bono, Sting, Larry Carlton, Lady Gaga, Luther Vandross, Bette Midler, Usher, Jennifer Hudson, Roberta Flack, Vanessa Williams, Chaka Khan, Patti Labelle, Lauryn Hill, Brian McKnight, Gladys Night, Boyz II Men, y LaToya, entre muchísimos otros; realmente la lista no se acaba nunca.
Hoy con mucha alegría les traigo esta entrevista con un gran baterista del Bronx que ha logrado llegar al pináculo de la música. [Se escucha el redoblante…] Damas y caballeros, con ustedes: ¡El gran Ralph Rolle!
¡Bienvenido Ralph!
Gracias María, y gracias a la revista por tenerme con ustedes. Es realmente un placer.
El placer es nuestro. ¿Cuéntanos cómo comenzó tu gusto por este instrumento?
Comencé a tocar la batería cuando tenía nueve años. Aprendí a tocar en mi habitación en el Bronx, vivía en el Bronx River Houses, un edificio de viviendas para familias de bajos ingresos. Mi hermano, Howie, era el baterista en la familia, antes que yo. Un día llegué a casa y había una batería en el medio de nuestra habitación, que era una habitación muy pequeña. Tenía que saltar sobre ella para poder entrar y salir de la habitación. Recuerdo cuánto me alegré al ver esos tambores allí. Le pedía a mi hermano que me dejara tocar y como yo era zurdo siempre quería dar vuelta la batería para adaptarla a mí y él me decía: “Puedes tocar, ¡pero no cambies los tambores de lugar!” Como esa era la única manera de tocar, pues así lo hacía y esto terminó siendo una ventaja dándome un estilo más personal.
¿Tocas otros instrumentos?
No toco otros instrumentos. Toqué piano por un tiempo pero lo dejé y me concentré en la batería.
Háblanos de tu familia y la música.
Vengo de una familia de cuatro, dos hermanas y un hermano. Soy el más joven. En mi casa había música todos los días. Howie escuchaba todos los estilos de música; Pop, Rhythm & Blues, Jazz, Rock & Roll, y muchos más. También le gustaba la poesía. Mi hermano grababa canciones de la radio en su grabador de cinta abierto (magnetófono de bobina abierta) y compraba algún disco de vinilo de 45 RPM (revoluciones por minuto) cuando tenía el dinero, pero realmente casi no podíamos comprar discos.
¿Has estudiado música?
No estoy formalmente entrenado como músico. Aprendí a tocar observando a otros bateristas. Había un muchacho que vivía en mi barrio llamado Ricky Williams. Ricky era ciego y era un baterista que ¡tocaba unos grooves increíbles! Aprendí a tocar grooves y a tocar sólidamente o en el pocket [“en el bolsillo” como se le dice en inglés], de mirarlo a él. El groove, es algo que hay que sentirlo, es muy difícil de explicar y de enseñar pero es fundamental en los estilos de música donde hay que “swinguear“. Aprendí los rudimentos, o patrones básicos, cuando me permitieron unirme al “New York Knickerbocker Drum and Bugle Corps”, que fue una famosa banda de marcha de principios de los 70, la llamaban “la banda de marcha de las Naciones Unidas” por su mezcla de negros, latinos, asiáticos y blancos. Fue una experiencia increíble.
Tomé lo que aprendí en Drum Corps y lo apliqué a mi estilo. Hubieron dos instructores de batería que fueron muy influyentes en mi vida, uno fue Bobby Craig y el otro, Rickey Mangum. Ambos eran increíbles bateristas de Drum Corps y a la vez maestros buenísimos. Pasé mucho tiempo con Rickey en su casa practicando mis rudimentos y tocando en un pad de práctica. Siempre le estaré muy agradecido. Luego a enseñar con Rickey como instructor asistente y luego entré a la banda de marcha New York Lancers.
¿Qué vino después de las bandas de marcha?
Hice mi primera sesión de grabación en estudio con Rickey en el legendario Power Station, que luego fue Avatar y que justamente acaba de ser adquirido por Berklee College of Music, aún no se sabe cómo será utilizado el espacio. Aquella primera sesión mía fue para un disco producido por Meco Monardo y el legendario compositor/arreglista, Harold Wheeler.
¿Tu familia te apoyaba en tu carrera de músico?
Al principio no me apoyaban al cien por ciento. Solo mi hermana mayor, Yvette, fue la que me apoyó desde el principio. Siempre venía a mis conciertos y gritaba como si estuviera tocando en el Madison Square Garden [risas]. Con el tiempo, empecé a recibir más apoyo del resto de los miembros de mi familia. Mi madre estaba preocupada por mi futuro, pero era algo entendible. Yo era un chico inteligente y ella quería que fuera ingeniero como mi hermano. Tenía razón en estar preocupada y pensar que la carrera de músico sería muy difícil. Y así lo fue, pero a pesar de todo no cambiaría ninguna de las decisiones tomadas al respecto en todo este “viaje”. Ha sido realmente genial. Cuando miro hacia atrás, incluso los días extremadamente oscuros, han sido geniales. Esta carrera me ha dado carácter y fuerza. Hablo mucho de todas mis experiencias cuando doy “clínicas” de batería. Es importante para mí contar la verdad.
¿Cuáles fueron tus influencias musicales?
El Rhythm & Blues y especialmente Motown. Fui influenciado fuertemente por sus interpretaciones, su calidad musical y la pasión puesta en cada canción. Me encantan las canciones que cuentan una historia que puedo visualizar y sentir. Dos de los artistas que me influenciaron fuertemente fueron Al Green y Curtis Mayfield.
¿Cuáles fueron tus primeros trabajos como baterista y cuál fue el camino para llegar a tocar con grandes artistas como Sting, Bono, Bette Midler, y Lady Gaga?
Mi primer gran concierto fue con un grupo llamado Musique en 1979. Ellos grabaron un disco llamado Push Push in the Bush. Ese fue mi primer concierto profesional. El percusionista del grupo vivía en mi edificio, se llamaba, Wade “Puggy” Taylor, y siempre me escuchaba tocando en mi apartamento en el tercer piso. Un día nos encontramos por el edificio caminando y Puggy me preguntó si quería ir a una audición para Musique. Le dije que sí, pero que tenía que pedir permiso a mi madre primero. Mi madre era la que escogía a todos mis amigos y afortunadamente, Puggy estaba en su lista [risas]. Fui a la audición muy nervioso, tenía 19 años en ese momento. Me fue muy bien y me contrataron. Fue la primera vez que viajé fuera de Estados Unidos, el show fue en México. Mi primera vez en un avión y el primero de muchos pasaportes por venir. Ese concierto me llevó a luego tocar en un grupo de Punk Rock durante unos años, James Chance and the Contortions, también conocido como; James White and the Blacks. Fue una gran experiencia, ellos me dejaban tocar mis grooves de la manera que yo los escuchaba y los sentía.
Eres muy talentoso, posees gran musicalidad y técnica. ¿Dirías que se nace con estas cualidades o que se pueden adquirir estudiando y practicando mucho? ¿O un poco de las dos cosas?
Creo que tiene mucho que ver con a qué has sido expuesto desde niño. La mayoría de los grandes músicos estuvieron cerca de instrumentos, de otros grandes músicos y de buena música a una edad temprana. La exposición y el acceso son las herramientas más importantes. Yo no tenía batería hasta los nueve 9 años, mi hermano vendió la batería para apoyar a su novia de entonces que había quedado embarazada, pero esto no me frenó. Sabía dónde estaban todas las baterías y bateristas del vecindario. Me iba a sus casas o apartamentos y básicamente acampaba allí [risas]. Uno de mis mejores amigos, Artie Durant, tenía un kit Ludwig de nueve piezas. De alguna manera, le convencí de que me lo prestara y a pesar de que se lo quería devolver, nunca lo llegué a hacer… lo siento mucho Artie, si lo quieres ahora te lo devuelvo [más risas].
¿Cuál fue uno de los proyectos más gratificantes de los que has sido parte?
Cuando me convertí en compositor de jingles fue muy gratificante. Me gustaba la presión de tener que terminar el trabajo en un período de 24 horas; componer, grabar y entregar, todo en solo un día. Te empuja a aprender muchas cosas, a ser extremadamente eficiente en muchas áreas a la vez. Por algún motivo disfruto mucho de esa presión.
Platícanos de tu experiencia tocando en un programa de televisión como The The Late Show with David Letterman, It’s Showtime at The Apollo, etc.
La televisión en vivo es otro medio de ritmo muy rápido. Hay muchos elementos en movimiento y tu instrumento es solo uno más de esos tantos elementos. Me pasaba lo mismo de la presión, me gustaba el desafío de tener que tocar perfecto ya que no habían segundas oportunidades. Tocar en el show de Letterman fue increíble para mí, con músicos excelentes como Will Lee y Paul Schaffer. En It’s Showtime at The Apollo, toqué por 21 años para NBC. Éramos cuatro integrantes pero sonábamos como si fuéramos muchos más. El director musical era Ray Chew y apodé al grupo: Ray Chew and The Crew.
¿Cuál fue tu peor experiencia en el escenario o estudio?
Fue en 1983. Estaba tocando con Evelyn “Champagne” King. “Love Come Down” era la canción número uno. Estábamos actuando en el Newark Symphony Hall y mi madre y muchos de mis parientes estaban en el público. Tuvimos una prueba de sonido perfecta y nosotros éramos el segundo acto. El promotor huyó con el dinero durante la primera parte del espectáculo y nuestro mánager no nos dejó subir al escenario a tocar. Esto fue en junio y mi madre falleció en octubre, nunca pudo verme tocar profesionalmente.
Lo lamento mucho Ralph, realmente una experiencia muy mala y triste. ¿Cuál fue un hermoso momento en tu carrera que jamás olvidarás?
El día que toqué en el teatro Apollo es probablemente uno de mis momentos más emotivos, bellos y memorables de mi carrera. Estaba tocando con un artista llamado Chuck Stanley. Cuando caminaba sobre el escenario pensando en cuantas leyendas de la música habían tocado allí y se me caían las lágrimas. En ese momento me di cuenta que había realizado mis sueños. Solo unos pocos años más tarde, terminé siendo contratado como parte de la banda del teatro. Toqué en el Apolo por 17 años. Uno de los períodos más buenos de mi carrera. Otro momento muy importante fue cuando actué en el Madison Square Garden, también con Chuck Stanley por primera vez.
Además de tocar batería tienes una compañía de producción llamada Phat Kat Productions. ¡Y una compañía de galletas! (The Soul Snacks Cookie Company).
Phat Kat Productions es una productora de música que ha escrito, producido y arreglado para muchas bandas, haciendo canciones, remixes, jingles, etc., por más de 25 años. También soy parte del desarrollo de música para una aplicación llamada Session Tracks. Es una aplicación para teléfonos inteligentes para aquellos que están aprendiendo a tocar y aún no tienen su grupo propio. Puedes descargarla en iTunes.
Mi compañía de galletas, está situada en el Bronx, Nueva York, no muy lejos de donde crecí. Tengo 1.250 metros cuadrados de fábrica y vendemos a más de 100 tiendas diferentes. Acabo de firmar un acuerdo de distribución con una empresa en Irlanda y también con una gran cadena de pizzerías.
Te escuché cantar en el show de Chic aquí en Los Ángeles y lo haces muy bien. ¿Te gustaría tener tu propio proyecto como solista?
Siempre me ha gustado cantar. Mi cantante favorito era Eddie Kendricks de Temptations. Yo siempre cantaba en un tono de falsete hasta que me convertí en un adolescente y mi voz cambió a barítono. Estoy considerando hacer un proyecto solista solo conmigo cantando y teclados. Creo que sería muy divertido.
Descríbenos tu equipo del momento con el mayor detalle que puedas.
Batería: Yamaha Absolute Custom Nouveau o Maple (acabado negro con brillo), con Cueros REMO
1 Bombo de 22 ” (Remo Power Stroke Pro head)
1 Redoblante de 14” x 5.5” Yamaha Dave Weckl (Evans Genera Dry head)
1 Redoblante de 14” x 3.5” brass píccolo (Remo Ambassador coated head)
1 Tom de 8” x 7” (Remo Ambassador coated head)
1 Tom de 10” x 7.5” (Remo Ambassador coated head)
1 Tom de 12” x 8” (Remo Ambassador coated head)
1 Tom de pie de 16” x 16” (Remo Ambassador coated head)
1 Roland SPD-SX Drum pad con soporte Roland PDS y pinza APC33 – (debe ser SPD-SX)
1 Pedal de bombo DW 9000
2 Soportes de redoblante
1 Soporte de Charleston
10 Soportes de platillos de estilo “boom”
2 Banquetas Rock and Sock Drum
1 Alfombra de batería
Platillos Zildjian:
1 Splash de 10” custom
1 Charleston A custom Z de 14”
1 ZXT trashformer de14”
1 A custom fast crash de 16”
1 A custom medium crash de 16”
1 K custom hybrid crash de 17”
1 K china de 17”
1 A custom ride de 20”
Palillos VATER West Sides Model
Micrófonos Audix
¿Qué música escuchas hoy en día?
Me gusta escuchar a las leyendas, a los clásicos como Nat “King” Cole, Ella Fitzgerald, Frank Sinatra, Mel Tormé, Chick Webb, Duke Ellington y Tony Bennet, por nombrar algunos. Aprecio su gran musicalidad, la manera en que interpretan los grandes arreglos, el hecho de que grababan de una sola toma, y todas esas cosas que solo pueden hacer los grandes de la música. Su música es verdaderamente atemporal y hermosa. Ojalá hubiera nacido durante la era del Big Band.
¿Quiénes son los bateristas que admiras?
Mis bateristas favoritos son Ricky Williams, Bobby Craig, Rickey Mangum, Max Roach, Buddy Williams, Billy Cobham, Steve Gadd, Buddy Rich, Clyde Stubblefield, Louie Bellson, Dennis Chambers, Harvey Mason, Robin Russell, Lenny White, Peter Erskin, Danny Saraphine, Bernard Davis, Bernard Purdie y Chick Webb.
¿Qué otra cosa harías si no fueras músico?
Asistente social de niños desamparados y de bajos recursos.
Cuéntanos sobre tu trabajo en bandas sonoras de películas.
Esos trabajos me llegaron a través de recomendaciones de productores que me oyeron tocar. Hice unas sesiones para una discográfica y a través del productor es que se abrió la puerta para trabajar en la banda sonora del filme Beat Street que fue mi primera película. Me encanta grabar para bandas sonoras, agregar emoción a la imagen y al movimiento para mí es una gran manera de expresarse a través de la batería. Por ejemplo en el filme Birdman, Antonio Sánchez hizo una banda sonora increíble. Es muy triste que, debido a que no había melodía, la Academia de los Oscars no reconoció su brillante trabajo como una “interpretación musical” por lo que fue excluido de ser nominado. ¿Puedes creerlo?
¡Deplorable! No lo sabía. Cuéntanos sobre el Caroline Rhea Show, sé que hay una historia especial detrás de tu participación en este programa de TV.
Pues sí, este programa de televisión fue el que fue seguido por el de Rosie O’Donell y luego el de Ellen DeGeneres. Este era una trabajo que en teoría nunca iba a ser mío, aparentemente me llamaron por error. La historia es que yo recomendé a mi amigo tecladista y lo acompañé a la audición. Estando ahí los convencí de que me dejen audicionar y unas horas más tarde recibí una llamada confirmándome que había sido elegido. Cuando llegué al set de filmación, el director musical me miró y se dio cuenta de que su asistente había llamado al baterista equivocado, pero que era demasiado tarde para echarse atrás ya que iba a quedar muy mal. La cosa es que él terminó siendo despedido y me contrataron a mí como director musical en su lugar. ¡Imagínate! [risas]
¡Qué vueltas puede dar la vida! ¿Cómo comenzaste a tocar con Nile Rodgers y cómo es estar de gira con él?
Comencé a trabajar con Nile en 2007. Me llamó Nat Townsley para hacerle una suplencia. Soy un poco mayor que Nat y tengo bien claro este estilo. Crecí tocando la música de Chic y ésta me dio una comprensión diferente del sonido. No mejor, sino diferente. Si conoces a Nat, sabes que es uno de los mejores bateristas en este estilo. A Nile le gustaba mi enfoque porque le recordaba a Tony Thompson, el baterista original de Chic que desafortunadamente no está más entre nosotros. Tony y yo somos de la misma generación, por lo tanto, para Nile no se trataba de quién era mejor baterista, sino de encontrar al baterista adecuado para ocupar la silla que había que ocupar.
Estar de gira con Nile Rodgers y Chic es una de las mejores experiencias que he tenido en mi carrera. La banda suena muy ajustada y todos nos llevamos bien,
y me refiero a TODOS. Eso significa la banda, las oficinas de organización y manejo del grupo, el equipo técnico, las familias de la banda y las familias de todos los demás por igual. Nos mantenemos en constante contacto a través de las redes sociales. Si es el cumpleaños de alguien o el nacimiento de un niño o un aniversario, esa persona recibirá mensajes de todos. Esto me encanta, somos una gran familia y esto no es común. Nile es una gema única como ser humano y por eso toda la gente a su alrededor es excelente también, empieza por él que está arriba y sigue hasta abajo de todo. Nile es divertido, inteligente y cariñoso, y ni hablar de su talento ilimitado. La única manera de sacarme de aquí es despidiéndome, ¡yo de aquí no me muevo! [Risas]
¿Con cuáles otros artistas o músicos te gustaría o hubiera gustado tocar?
Me hubiera encantado haber tocado con Nat “King” Cole, Duke Ellington y Mel Tormé. Me gustaría tocar con Lalah Hathaway. Su voz es increíble.
¿Quién es o fue la persona más influyente en tu vida fuera de la música?
Mi madre, Rose Rolle. Ella era una mujer increíble y hermosa. Crió a cuatro niños ella sola. Era la Presidenta de la Asociación de Inquilinos de Bronx River Houses, la encargada de la Patrulla de Inquilinos, dirigía el programa Jardín del Vecindario, el Programa Juvenil de Verano y era la guardia de los cruces en las esquinas más importantes del barrio. Luego dejó todo para ser Autoridad de Tránsito de la Ciudad de Nueva York y se convirtió en supervisora. Una mujer con tanto orgullo y fortaleza que nunca aceptó ayuda financiera de los programas de bajos recursos del gobierno. Prefería tener tres trabajos. Le debo quien soy.
¡Qué bonitas palabras! Pues lamentablemente debemos cerrar la charla aquí. Nuevamente te agradezco mucho que nos hayas concedido tu tiempo y que hayas compartido tus experiencias y sabiduría con nosotros. Sé que los lectores estarán muy agradecidos también. ¡Hasta siempre amigo!
Igualmente a ti, a la revista y a los lectores, a quienes les deseo lo mejor en su vida junto a la música.