HERBIE HANCOCK:
Las posibilidades de una leyenda
Por Fernando Curiel
Desde sus inicios como un niño prodigio en el piano, Herbie Hancock ha desarrollado una ilustre carrera de cinco décadas que le ha ganado el título de icono musical. A los 23 años logró su exitoso álbum debut Takin’ Off y consecuentemente formó parte del legendario quinteto de Miles Davis junto a Wayne Shorter (saxofón tenor), Ron Carter (bajo) y Tony Williams (batería); cosa que le aseguró un puesto en la historia del Jazz. En 1968 embarcó en un viaje hacia el Jazz-Funk electrónico con su banda llamada Headhunters. En 1973 logró, con el disco Headhunters, convertirse en el primer artista en grabar un álbum de Jazz que llegase a vender tanto hasta ser platino.
Después de diversas contribuciones musicales dignas de atención, hoy, a sus sesenta y cinco años de edad, lanza un ambicioso álbum –llamado Possibilities– que sigue impactando y elevando el nivel de la música contemporánea. Junto a estrellas y meritosos músicos como: Carlos Santana, Sting, Christina Aguilera, Joss Stone, Jonny Lang, John Mayer, Paul Simon, Annie Lennox, Raul Midón, Damien Rice, Lisa Hannigan y Trey Anastasio; el mundo alrededor de Herbie se encuentra galardonado por la realidad derivada de las posibilidades de su imaginación.
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¿Cómo es que su más reciente contribución discográfica, Possibilities se convirtió en una realidad?
Durante cinco años había tenido la idea para este álbum en mente. El concepto de hacer un disco entero colaborando con artistas de Pop era un deseo que nunca había hecho realidad. He tocado con artistas de música Pop, pero nunca en un proyecto como este.
El año pasado hablé con mi abogado y le comenté sobre mi visión, fue entonces que me abrió los ojos al decirme que el momento para hacerlo había llegado. Por eso hice una lista de los músicos con los que quería compartir esta experiencia. En ésta incluí a artistas bien establecidos y otros más recientes en el foco de la fama. Los músicos en la lista representaban un amplio espectro de reconocimiento y respeto en el mundo del Pop, incluyendo a novatos como Raul Midón, ¡quien ni siquiera tenía un álbum en el mercado! La lista era bastante grande y lo más curioso y gratificante fue que todos aceptaron mi oferta sin pensarlo dos veces.
¿Qué requisitos debían cumplir los artistas para estar en tu lista?
Ellos debían haber probado la calidad de su talento y musicalidad. También incliné mi decisión hacía aquellos que aún tienen el potencial y la motivación artística; que hallan perdurado en su profesión como músicos, y no por el dinero. Es decir, no escogí a los artistas por sus nombres, sino por su mérito musical.
Creo que la gente en general y los artistas en particular tienden a ser etiquetados o recordados por la primera banda en la cual estuvieron involucrados, y halla tenido impacto. Cuando alguien te dice que le gusta lo que estás haciendo o hay aceptación general por la música que estás tocando en una etapa de tu carrera, por naturaleza humana o por ser artista, uno tiende a inclinarse hacia la seguridad que trae continuar tocando lo mismo. Incluso va a haber gente, y sobre todo las disqueras, que van a apoyar esto. Soy un fiel creyente de que hay mucho más profundidad en los artistas y que somos capaces de proyectar más de una faceta de nuestra música.
La idea que motivó este proyecto fue reunir a talentos y ver qué tan bien se complementarían nuestros talentos en la faceta musical de cada quien. Estaba seguro que el resultado final sería algo nuevo y mucho más allá de lo que los fans de cada quien está acostumbrado a escuchar. Y así fue.
Entonces, ¿diría que hubo magia durante el proceso creativo?
Sí. Lo que ocurrió fue que la estructura de cada canción nació de la creación compartida durante el proceso creativo. Es decir, a cada artista le sugerí escribir música y/o una letra, compartir algo que ya tengan escrito, o simplemente tratar de inventar algo conmigo. Fue distinto con cada artista.
¿Me podría contar sobre la experiencia con John Mayer?
John Mayer trajo unas ideas al estudio y las desarrollamos juntos durante el proceso de grabación. Así solía ser la dinámica de trabajo durante mis inicios con Blue Note Records. Con esta dinámica de trabajo uno está poniendo al artista en el foco y es un reto. Es mucho pedir que en ese ambiente invente música y letras. Lo que hizo John fue cantar unas melodías con letras temporales para luego desarrollarlas. En el estudio determinamos la estructura de la canción junto con los cambios y cortes.
¿Qué nos puedes decir de Annie Lennox?
Le pregunté a Paula Cole, quien es una excelente compositora y cantante, si tenía alguna canción que encajara bien con el estilo de Annie Lennox. Luego nos mandó algunas sugerencias, las escuchamos y Annie escogió “Hush, Hush, Hush”; que por cierto fue mi favorita del montón. Después viajamos a Londres y la grabamos con Annie.
Mientras que los ingenieros de sonido preparaban la sesión (microfoneando la batería, etc.), Annie y yo tuvimos la oportunidad de conversar aproximadamente una hora sobre nuestras familias, la política, el medio ambiente, etc. Hablamos sobre la vida y los seres humanos y de ahí es de donde quise que viniera la música, de la humanidad del artista. De eso se trata la música, de la vida; no de la música. Por lo menos se supone que debería ser así [risas].
Eso es lo que buscaba e intenté con cada artista. Aunque no tuve muchas conversaciones profundas con John Mayer, nos sentamos a ver una serie mundial de un deporte, o algo de eso. El hecho es que compartimos tiempo y risas como seres humanos. Es muy importante tener esa química con otras personas y es importante aportarle eso a la música.
Me imagino que habrás tenido conversaciones profundas con el poeta que es Carlos Santana.
Claro que sí. De todos los artistas en éste disco, Santana es mi amigo más antiguo. Nosotros somos muy, muy amigos. Él es extremadamente espiritual, humilde y un ser humano con mucha compasión para todo ser viviente. Es un activista, es decir, no es un conformista, es un luchador. Cuando habla, lo hace con tanta gracia y respeto por cada ser humano que es innegable que es un gran modelo para la humanidad. Siempre se esfuerza por ayudar. Así que su contribución fue extremadamente importante para este proyecto ya que me ayudó a enfocarme en mi objetivo espiritual-musical.
¿Cómo ha sido su experiencia al tocar música latina o con sabor latino?
¡Estupenda! [risas] La amo. He contribuido con Santana en muchas ocasiones, en varias giras. También he tocado con Jerry Gonzalez, Chucho Valdéz, y muchos otros músicos latinos. De hecho, acabo de terminar una gira –en Japón– con Santana y su banda, donde también tocó Wayne Shorter. La verdad es que se siente como una gran familia.
¿Cómo se dio la contribución de Sting?
Sting estaba de gira en Toronto, Canadá, y en el par de días libres que tenía, yo fui hasta allá para grabarlo a él. Cuando discutimos los detalles del proyecto le comenté por teléfono que no quería que ninguna canción en este disco sonara como una versión que ya halla sido grabada. Él escogió la canción “Sister Moon” y enfocamos la producción de manera muy rítmica y funky. Entonces le comenté que conozco a un gran guitarrista, compositor y arreglista de Benin, África, quien le podría agregar un sabor africano al proyecto, y nos pareció muy buena idea. Él se llama Lionel Louke.
Sí, lo conozco de Berklee.
¡Qué estupendo! Sí, Lionel fue a Berklee. Yo lo conocí en el Thelonious Monk Institute of Jazz donde ofrecemos un programa universitario y él fue un estudiante increíble. Ahí le dije: “Ya sabes como es la audiencia estadounidense, así que trata de no hacer tu música demasiado extranjera” [risas].
Después que grabamos “Sister Moon” Sting le dijo: “Oye Lionel, crees que podrías hacerme unos arreglos a mí también?” Así que a Sting le encantó el arreglo. Sting la grabó en el estudio, en vivo con la banda. No se grabaron pistas sobre pistas [overdubs]. Igual fue con Annie Lennox. Incluso la toma final de la voz fue en vivo.
Me imagino que trabajar con Christina Aguilera habrá sido muy interesante también.
La grabación con Christina Aguilera fue hacia el final de la fecha tope de la producción. No había tenido mucha oportunidad de conocerla antes del encuentro en el estudio. La dinámica de grabación fue interesante ya que Christina y yo tocamos todas las tomas juntos en el estudio para tener una interacción fluida y dinámica. La verdad es que no hubo tiempo de hacerlo de otra manera. Ella es tan dulce. Lo que más me impresionó de ella es que ¡tiene entonación perfecta! En lo que entró al estudio y cantó una toma, pensé: ‘¡Wow! Esa es la toma.’ Yo sabía que ella podía cantar bien, ¡pero jamás pensé que podía cantar así de increíble! En eso ella me dice: “Sólo estaba probando unas ideas ya que nunca hemos trabajado juntos. Me gustaría hacer unas cuantas tomas más y llevarme la sesión a casa para estudiarla y estar más acoplada con lo que tú estás haciendo.” Es muy profesional y una perfeccionista. Todas las tomas me sonaban como tomas finales [risas].
Como dije, sabía que podía cantar bien, pero nunca había escuchado a nadie cantar así. ¡Ella se robó la canción! [risas] Hizo una obra maestra de “A Song for You”, compuesta por Lina Russell. Fue un placer trabajar con Christina.
¿Qué nos puedes comentar sobre Joss Stone?
¡Qué muchacha tan humilde y estupenda! Es bastante joven, tiene dieciocho años, pero con una voz de una mujer mucho mayor, como si fuese una negra de Detroit [risas]. Y ni siquiera es americana, es inglesa. Su ejecución de la canción “When Love Comes to Town” de U2 fue increíble.
Y esa es la misma canción en la cual tocó Jonny Lang, ¿no?
Sí. Jonny Lang también fue estupendo. Es un gran guitarrista de Blues. Esta canción en particular fue de múltiples etapas: comenzó sonando un poco como una canción de Country, luego con la contribución de Jonny Lang empezó a sonar más como Rock/Blues, luego le agregamos un clavicordio y sonó más funky, después le grabé unos solos en piano acústico. Es gracioso que aun después de todo esto pienso en cómo sonaría si le agregáramos otra capa.
Ya que eres conocido por balancear varios tipos de sonidos: acústicos, eléctricos, tradicionales y modernos; ¿cómo determinas cuándo es la situación adecuada para cada uno?
Primero que nada, trato de no estipular una regla absoluta. Usualmente tengo una visión general en cuanto a lo que quiero hacer. Un muy buen ejemplo de esto involucra a Paul Simon. Le pregunté si quería contribuir con una composición de su repertorio, componer algo para este proyecto o si prefería inventar una canción conmigo. Él escogió hacer una canción que grabó en 1975 llamada “I Do It For You”, de su disco Still Crazy After All These Years. Y claro que tiene un sonido característico de la era. Paul sugirió esa canción porque tiene muchos acordes y sabe que los músicos de Jazz no le temen a eso. Bill Evans ya había grabado esa canción dos veces, y otros jazzistas también. Le dije a Paul que no le quería hacer un arreglo de Jazz porque sé que puedo hacerlo. Mi visión para este disco era menos estándar o tradicional. Durante una cena me sugirió hacerla un dueto. Me quedé pensando y le dije que por qué no tratamos de incorporar percusión sin que interfiera en el sonido del dueto. Le gustó la idea.
Le robé una técnica de producción interesante a un proyecto en el que estuve involucrado, de una banda llamada Was (Not Was). El productor le enseñó los ritmos que programó de una caja de ritmos [drum machine] a cinco percusionistas para que los transcribieran a su instrumento y el resultado fue muy interesante. Nosotros hicimos esto con tres percusionistas. Luego decidimos agregarle un bajo.
Por cierto, Paul llegó un día antes de lo anticipado [risas]. Íbamos a trabajar el arreglo un día antes que él llegara, pero como llegó ese día, no estábamos listos. Él estaba emocionado con el proyecto por eso ayudó a organizar la sección rítmica.
Luego Paul me pregunta: “¿Crees que es posible hacer la canción en una tonalidad menor en vez de mayor?” Me sorprendió la sugerencia pero no tuve problemas con ese cambio. Después me dice: “Sé que la canción tiene muchos acordes pero cuando escucho esa sección rítmica suena muy seria. ¿Será posible hacer que la canción suene como que tiene pocos en vez de muchos acordes?” Entonces lo arreglé hasta el punto que el bajista prácticamente toca una sola nota.
Como un pedal.
Exacto. Terminó siendo minimalista, básicamente fue idea de Paul. La verdad es que esta versión no suena como ninguna versión que se haya grabado.
¿Tienen algún plan con respecto a la distribución de este álbum?
De hecho, es muy interesante que la cadena de cafeterías Starbucks y otros establecimientos similares han acordado vender este disco en todas sus tiendas alrededor del mundo. Están haciendo un trabajo estupendo de promoción.
Encontré un disco en el aeropuerto de Heathrow en Londres hace un par de semanas. Sé que en Japón, Australia, Estados Unidos y otros países tienen el disco en estas tiendas. No estoy seguro de Suramérica, pero sé que se debe encontrar en las tiendas de discos tradicionales.
¿Tienes pensado ir de gira para promocionar Possibilities?
Estamos hablando de eso para este año.
¿Crees que pasarías por Suramérica?
Me encantaría.