¿Cómo ha sido la vuelta a los escenarios luego de la Pandemia?

Creo que entre todo los malo, la pandemia también trajo cosas positivas. Le devolvió la identidad a varios artistas y nos hizo crear más música. Fue un momento de hacer algo diferente y de enfocarme en quién soy yo más que en las tendencias.

En este tiempo difícil, nuestro género ha ido perdiendo el miedo a ciertos paradigmas, y estamos dejando de ser tan puristas. Esto ha hecho que el género no sea tan marginado. Entre todo lo malo que trajo, la pandemia nos ayudó a atravernos a hacer cosas nuevas y salirnos del molde.

Algunos de tus temas tienen alguna sensibilidad pop y hasta algo del sonido Country de Nashville. ¿Has sentido alguna resistencia por parte de la industria por eso?

La verdad no. La verdad es que la gente me apoya mucho. Siempre ha sido bien aceptdo ya que lo he hecho tratando de ser muy sincero y sin pretender nada. Siento que hay muchos elementos y muchas opticones para incluir a mi música.

Yo escucho todo tipo de música, desde Bob Dylan, Johnny Cash y el sonido de Nashville hasta Silvio Rodríguez, Flamenco y Euro Pop.

Creo que eso ayuda a que uno sea único, y con mucho respeto nutrir lo regional mexicano con otras influencias, tipos de letras y demás.

En este mundo de sencillos, ¿cuál es tu proceso de armar un álbum?

El álbum es una experiencia completa. Yo aprecio mucho esa experiencia que te da un disco. Recuerdo el disco Mujeres de Silvio Rodríguez, y todo el concepto de ese álbum. Esa idea de tener un concepto me llama mucho la atanción y trato de verlo así.

A cada álbum trato de ofrecerle al público una obra completa, una propuesta con una temática consitente. Creo que el álbum también imprime mucho de la época en que se está viviendo.

Además de escribir tus propias canciones, también grabas de otros autores. ¿Cómo es tu proceso de selección de canciones?

Me pasa a menudo que al terminar de escribir un tema, sé si es para mí o para mostrarle a otro artista. Si alguien me manda una canción que me mueve, pues me dan muchas ganas de cantarla y llevarle ese sentimiento a la gente.

No tengo eso de que si la canción no es mía no la grabo. De hecho, todos empezamos escuchando música de otros y así nos enamoramos de este arte. Así lo veo. A mí lo que me gusta es la música y conectar con la gente al expresar sentimientos.

Tienes una voz muy expresiva. ¿Cómo la cuidas?

No tengo una manera específica. Trato de dormir bien y descansar, ya que eso es fundamental.

En cuanto a lo de la expresividad, de eso se trata. Uno como artista es muy sensible y la idea es soltarle eso al público para tratar siempre de conectar. Mientras más expresivo, más único es el artista. Así que si en algún momento sale una voz más tipo flamenco, o blues, pues perfecto. Todo eso le añade al regional mexicano que me caracteriza.

¿Cuáles son los retos más grandes que tiene el negocio de la música?

Creo que es fácil perderse en el mercadeo y todo lo que va alrededor a eso. Lo importante es hacer música buena y expresiva, más que ponerse a pensar en tendencias y en qué podría funcionar de manera comercial.

Es fundamental no perder el sueño y la magia. Convertir a la música en algo sistemático es triste. Eso de solo ver los número de reproducciones y demás puede llegar a ser muy cansón.