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Ivan Ochoa

Después de varios años trabajando con Iván, compartiendo conversaciones fugaces mientras esperaba el próximo vuelo o en el regreso de la prueba de sonido finalmente tuve la oportunidad de conversar detenidamente con él acerca de su carrera. Las playas de Juan Dolio en República Dominicana fueron el marco de esta conversación cara a cara con quien durante alrededor de 20 años ha sido el ingeniero de sala de Los Amigos Invisibles, una banda venezolana que desde 1995 lleva una docena de lanzamientos, ha recibido nominaciones al Grammy, ganado Latin Grammys, y entretenido a audiencias en más de 60 países. Iván Ochoa nos cuenta a lo largo de esta conversación como ha sido su evolución en este mundo del audio profesional.

¿Cómo y cuándo fue tu primer acercamiento a este mundo?

Desde muy joven me sentí atraído por la escena musical caraqueña. Tenía varios amigos que estaban ligados a este mundo. Uno de ellos, Channing Ponte, tenía una compañía de sonido y eventualmente, comencé a trabajar con él. De igual forma, me sentía muy atraído por la física. Tenía algunos amigos cuyos padres trabajaban con el IVIC (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas) y gracias a eso tuve un primer contacto con esa parte de la física que luego entendí no era mi preferida. Poco después un colega que estudió en Full Sail University llamado Jorge Herrera [Cunaguaro Soul, 4to Poder, DJ Trece, Bélica] de alguna forma me abre los ojos y me sugiere estudiar en el TAS (Taller de Arte Sonoro) en Caracas, Venezuela. Digamos que es ahí donde todo comienza.

¿Cómo es que llegas a ser parte del staff del Teatro Teresa Carreño?

Pues, a principios de los años 90 la compañía de Channing [Ponte] hacía todos los conciertos de rock en la ciudad. Nosotros hicimos todo pana… ¡todo! La Muy Bestia Pop, La Leche, Caramelos De Cianuro, Desorden Público, Sentimiento Muerto, Dermis Tatú… trabajábamos en todos los recintos de la ciudad de Caracas. En ese mundillo conozco a Juan Carlos Melean, que casualmente se estaba yendo del teatro y estaba buscando un suplente. Curiosamente, la razón de su renuncia era que se iba a Nueva York a trabajar con esta banda nueva que le encantaba y se llamaba Los Amigos Invisibles. Finalmente Juan Carlos [Melean] se fue y yo me quedé en el cargo. Allí trabajé por muchos años y ascendí muy rápido.

Y antes de trabajar en el teatro, ¿no habías tenido experiencia previa con géneros música clásica, ópera?

Jamás en la vida.

¿Entonces pasaste del mundo del rock directamente a la movida cultural caraqueña?

Pues sí… y fíjate en esto: el día que voy a mi primera entrevista con el entonces jefe del departamento de audio, Rafael Ramírez, por cosas del destino, la gerente de producción estaba presente en la sala durante el comienzo de la ópera. La obra no era otra que “La Valquiria” de Wagner. Como estaban trabajando la entrevista fue muy larga. Yo estaba en la cabina de audio mientras estaban mezclando la obra. ¡No entendía nada! “¿Qué es esto?” me preguntaba a mí mismo. “¿Esto es lo que voy a hacer?”. Pues bien, en un momento Rafael [Herrera] fue a buscar a la gerente de producción para que me conociera y en ese interine, ¡me quedé dormido! Cuando entran a la cabina para que la gerente me conozca, ella se quedó mirando y cuando abrí los ojos me dijo: “¡Nos vamos a llevar muy bien!”.

¿Qué aprendizaje te queda de tu paso por el Teatro Teresa Carreño?

Aprendí a leer música, a mezclar siguiendo el Score. Tuve muy buenos mentores que me enseñaron a trabajar de la mano con el director de la orquesta. Mi labor era amplificar la orquesta en sala, traerla del foso un poquito más arriba. Además hacer “feed” de video, grabar, alimentar los monitores de los coros internos… ¡era una producción súper compleja lo que se hacía en el Teatro Teresa Carreño! Aprendí que la única manera de entender cómo sonaban todos los instrumentos en la orquesta era simplemente sentarte a escuchar. Yo salía a caminar en los alrededores del teatro donde los músicos normalmente estudiaban y me sentaba junto a ellos a analizar el sonido de cada instrumento: ¿por qué suena así? Cómo suena sin amplificación? ¿Cómo lo afinan? ¿Cómo lo escucha el músico?

¿Alguna experiencia en particular que recuerdes de ese proceso de estudiar el sonido de cada instrumento?

Definitivamente recuerdo escuchar detenidamente a la pianista Gabriela Montero. Trabajamos juntos muchas veces. Hacíamos el montaje en la sala el día antes de los conciertos y ella se quedaba estudiando sola en el Teatro. ¡Me quedaba con ella “de guardia” hasta al menos las once de la noche! Yo escuchaba desde todos los ángulos posibles, en directo, con audífonos, me ponía debajo del piano a “sentir” la ejecución de Gabriela en el instrumento, a entender su interpretación, el peso de su ejecución…

¿Cuántos años trabajaste en el teatro?

Alrededor de 6 años.

¿Y paralelamente seguías trabajando en las noches con las bandas locales?

Todas las bandas de rock que estaban en circuito en esa época desde Zapato 3 hasta Sentimiento Muerto las trabajé, y eso era miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo… Todas las noches y en paralelo con el teatro.

¿Y cómo es que viene la conexión con Los Amigos Invisibles?

Empecé como proveedor de equipo para la banda a través de los ingenieros que trabajaban con Los Amigos. Germán Gutiérrez, Erick Aldrey, David Briceño, el mismo Juan Carlos Meleán, Francisco Carpio… luego de eso la banda ya venía de Nueva York, estaban creciendo rápido y “Pepe Leo” (José Leonardo Hernández, hoy mánager de producción de Franco De Vita), me trajo al lado técnico no solo como suplidor de equipo, sino como parte de la tarima. Pasé de ser proveedor de equipo a “roadie” de la banda, luego a Stage Manager, de allí pasé a monitores… en cierto punto me mudo con ellos a Nueva York y paso a ser Office Manager. ¡He sido desde proveedor de transporte hasta conductor de la banda!

De todos los sombreros que te ha tocado ponerte con Los Amigos Invisibles, ¿cuál es el que más gusto te da llevar?

Definitivamente la de ingeniero de sala porque lo siento mío. Es un diseño que se viene desarrollando de la mano de muchos ingenieros que han pasado por la banda colaborando a pulirlo: German Gutiérrez, Erick Aldrey, Eduardo Lares… mucha gente en el camino refinando el diseño.

Estás a cargo del Front Of House pero tu trabajo empieza desde que se tira el primer cable en la tarima, ¿cierto?

Desde antes. Algo que la gente no nota a primera vista, es que más importante que conocer la parte técnica de cada evento es tener una relación directa con cada músico de la banda. Por ejemplo, Mamel (baterista de LAI y piloto privado) y yo llegamos a un acuerdo: él me enseñaba a volar por controles y yo le enseñaba audio. Ese intercambio ha sido súper productivo porque ha hecho que trabajar con él sea una delicia. ¡Nos entendemos muy bien!

¿Trabajar con músicos que conozcan de audio es ventajoso?

¡Sin duda, pero de aquí a la luna!

¿Disfrutas el trabajo en estudio?

Tuve un etapa de trabajo en estudio, primero en Caracas con Jorge Llanos y Jorge Herrera, luego en Nueva York. Todavía trabajo en ciertos proyectos de vez en cuando, pero es el trabajo en vivo lo que más disfruto.

Volviendo al tema del trabajo en vivo, ¿cuéntame tu rutina de microfonía?

Si algo aprendí de mi paso por los estudios es que más importante que el micro que vas a usar es tener una buena fuente y buena posición de micro.

Cuando hablas de buena fuente te refieres a buen instrumento, ¿cierto?

Buen instrumento, buen amplificador, pero sobre todo, buen músico. Eso te resuelve el 80% de cualquier situación. La posición del micro también es súper importante porque debes usar la herramienta para rendir más en la mezcla. En vivo necesitas crear la impresión de que no tienes instrumentos aislados. Por ejemplo, en las congas, ese sonido de “zap” que viene de la acción de la mano… el sonido que quiero captar es ese efecto de la mano antes de tocar el instrumento. Al igual que en la caja. Esa presión de aire antes de golpear el tambor es lo que yo quiero capturar. Todo lo que está ocurriendo alrededor del instrumento en sí es importante. Yo creo que por esto mi mezcla se escucha “en vivo” a diferencia de lo que se logra mezclando tomas “perfectas” y aisladas capturadas en un estudio de grabación.

Ivan Ochoa

Cuando no hay ingeniero de monitores, y te toca hacer sala y monitores a ti, ¿cuál es el mayor problema que se te presenta?

Imagínate, son seis músicos en tarima en el caso de LAI, y la ejecución de la banda cambia constantemente durante todo el show, ¡y me mantienen muy pero muy ocupado! Yo no sé con qué me va a salir cada uno en cada tema. Tú Agustin, [el tecladista de la banda] por ejemplo, me cambias los sonidos de los teclados a cada rato! Igual con Daniel [Saa, guitarrista de LAI]. Es un reto que me encanta y que aprendí a manejar desde la época del teatro, pero sí, hay que estar bastante atento.

Ahora que mencionas la guitarra, ¿cuál es tu micro para el ampli de la guitarra?

Ahorita estamos usando un Shure KSM32. Ese es el sonido que a mí me gusta, aunque Dani insiste en que a él le gusta más el Shure Beta 57A.

El bajo, ¿por línea o micrófono?

Línea.

¿Con cualquier banda que sonorices?

Sí, con quien sea. El bajo es el único instrumento que está activo en todo el rango de frecuencias. En vivo el bajo reacciona desde 20 ciclos hasta 16K. Esa versatilidad solo la capturas si tienes una señal limpia y sólida.

¿Sales del ampli o de la caja directa?

Caja directa. Por eso usamos una caja Neve. ¡Infalible!

¿Qué tan procesado te gusta el bajo?

No existe una fórmula para mí. Cada recinto es un reto diferente. No hay un patrón de compresión exacto. A veces le añado “chorus”, aunque el Catire [bajista de la banda] no lo sabe [risas]. Más que usar muchos plug-ins para conseguir tu sonido, yo creo en el concepto de buena señal + buena estructura de ganancia.

¿Más substractivo que aditivo entonces?

¡Siempre!

¿Qué micros te gustan para la batería?

Uso un Shure KSM137 en el redoblante [tarola, caja, snare] arriba y otro en el hi-hat. Los coloco en forma de “L”, de manera que el micro del hi-hat está de lado respecto al instrumento, por lo que te decía anteriormente de captar el movimiento de aire que el mismo genera.

¿Y para los aéreos u overheads qué te gusta usar?

Cualquier condensador de diafragma grande que tenga disponible.

Recintos abiertos versus cerrados, ¿cuáles son más problemáticos?

Cerrados definitivamente. Son más problemáticos pero son mis favoritos, ¡porque me mantienen activo! Cuando lo logras allí pues estás hecho. No es como en las Arenas. Channing [Ponte] me decía, “Chamo, me imagino que una arena debe ser súper estresante”. Yo le decía “¡No chico! Tienes todo el sistema de sonido del planeta para ti, ¡todas las herramientas para enfrentar cualquier situación que se te presente! Solo mezcla.” Los que me parecen estresantes son los recintos pequeños; como S.O.B. (Sounds Of Brasil, NY).

¿Cuál ha sido el problema más difícil que se te ha presentado y cómo lo resolviste?

Éste cuento es célebre: teníamos un show con LAI en Tampa, y creo que fue ¡el peor show de mi vida! Hicimos nuestra prueba y nos fuimos al hotel. Teníamos poca información del evento y no había mucho personal. Cuando regresamos al sitio, ¡nos damos cuenta de que otra banda tocó antes que nosotros con nuestras cosas!

¡Ay Dios!

Exacto. Empezamos el show como mejor pudimos y comienzo a sentir un ruido: “hum”… Iba creciendo y estuvo durante casi todo el show. Mi primera reacción fue empezar a enmudecer canal por canal. Hasta la sexta canción aproximadamente duró esta pesadilla. Julio [Briceño, cantante de LAI] paró el show para solucionar el problema. Revisando con calma, me encuentro con que el último canal en la última página de la consola efectivamente tiene el Fader abajo, pero tiene abiertos todos los envíos a los monitores! Salgo corriendo a ver de dónde viene y encuentro entre un “spaghetti” de cables que ¡este canal estaba conectado a un micrófono que estaba tirado debajo de la batería! Ahí surgió el chiste interno cuando se impacientan mis colegas y me llaman: ¡“Ivánnnnnnnnnnn”!

¿Tu mejor show con Los Amigos Invisibles?

Lollapalooza. Definitivamente.

¿Concierto que más hayas disfrutado con otro artista?

Grace Jones. Eso fue insólito. Fue en un festival SummerStage. Yo trabajaba como Stage Manager del evento y me tocó hacerle sonido. Igualmente a John Mayer en SummerStage. Tú sabes, de esas oportunidades que se te presentan una vez en la vida. También recuerdo con mucho agrado haber trabajado con Eddie Palmieri, Spanish Harlem Orchestra, e Infected Musrooms.

¿De Palmieri qué puedes decir?

Que está sordo.

¿Puedo poner eso en la entrevista?

¡Claro, todo el mundo lo sabe! [risas]

Viviste la época analógica y estás viviendo la digital. ¿Qué extrañas de la analógica y qué agradeces de la digital?

De la analógica extraño el “color”, la calidez del sonido. Ahora, ¡del digital agradezco la practicidad, por supuesto! No tienes idea de lo que era sonorizar dos bandas con una misma consola. Tocaba hacer tus propios “charts” ¡canal por canal a punta de lápiz!

¿Disfrutas cuando hoy en día te toca un recinto con una mesa analógica?

¡Pero por supuesto! Por eso me gusta tanto cuando me toca trabajar en el Irving Plaza (NY). Esa sensación de tener fierros de verdad, ¡ese calor del sonido de múltiples herramientas reales a tu alcance!

Eso de hacer coros con la banda desde la consola, ¿solo lo haces con LAI o lo haces con otra gente?

Solo con Los Amigos. Todo comenzó en una gira en la que se nos enfermó Armando [Figueredo, ex tecladista de la banda]. Armando tenía partes cantadas importantes y yo me dije, “Déjame hacer yo las voces de Armando y así aprovecho de seguir diseñando el concepto sonoro de las voces de la banda” ¡Y funcionó muy bien! El mismo Julio [Briceño] me dijo que le funcionaba. Llevando el concepto un poco más allá empecé a usar mi propia voz para meter delay sin tener que comprometer la integridad de la voz principal de Julio. Ese es uno de mis trucos. Añadirle cosas a la fuente sin usar la fuente.

Por último, ¿qué crees que es lo más importante que debe lograr un ingeniero de sala?

Pues, a la hora de la verdad, tu firma es el espacio que logres crear cuando diseñas y mezclas en vivo. Ese es el trabajo real en esta función de Front Of House, interpretar el espacio para hacerte sentir que estás allí, real, con ellos, ¡físicamente!

www.losamigosinvisibles.com

Feb 2, 2021 @ 8:47 pm

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