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Seleccionando el parlante correcto
Por Mario Montellano
Para ir seleccionando el parlante correcto debemos empezar por lo primero. Un espectáculo musical de nivel profesional no es sino una larga cadena integrada por muchos componentes y etapas que inician en la garganta y dedos de los ejecutantes, y que termina en los oídos del público. Dentro de esta cadena existen componentes con una participación mínima o marginal y otros con una importancia vital en todo esto. Como lo hemos comentado en entregas anteriores, fuera del componente humano pasamos a la parte material que se forma de una gran cantidad de piezas eléctricas, mecánicas y electrónicas. Mucho se habla también acerca de cuáles de esos componentes tienen una repercusión más notoria y directa sobre el resultado y comportamiento global del sistema. Sin duda alguna, esos componentes más notorios son los que se encuentran en los extremos de la cadena: los transductores.
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Pero, ¿qué es un transductor? En su forma más simple, es un equipo integrado por componentes mecánicos, eléctricos y/o electrónicos cuya función primordial es ser el medio o puerta de enlace entre dos mundos muy distintos pero muy relacionados entre sí: eléctrico y acústico. Básicamente parlantes y micrófonos.
La importancia de esto radica en que a través de los transductores de entrada, las ondas sonoras de la ejecución musical se convierten en impulsos eléctricos que serán procesados y amplificados por los componentes electrónicos del sistema de audio para que por medio de los transductores de salida, puedan ser entregados a la audiencia. Es por ello que su correcta selección y operación constituyen una gran parte del éxito de nuestro espectáculo. En esta entrega platicaremos acerca de los parlantes y bocinas, su selección en base a la aplicación específica y desde luego, consideraciones para su adecuada instalación y operación.
Seleccionando el parlante correcto
El primer paso para implementar un sistema de parlantes es pensar en la aplicación a la que habrán de destinarse. ¿Se usará solamente para voces? ¿Reproducirá música también? De ser así, ¿qué tipo de música será? De aquí se desprenden dos factores fundamentales: el ancho de banda de frecuencias requerido y el nivel de presión sonora que necesitamos generar. Por ejemplo, si el sistema de audio será destinado para una sala de conferencias donde solamente habrá oradores, no es necesario que el límite inferior se extienda hasta los teóricos 20 Hz, ni siquiera hasta 50. Para este tipo de aplicación bastará ubicar el límite entre 100 y 150 Hz. Hacia el otro extremo, tampoco necesitaremos los tan llevados y traídos 20,000 Hz. De hecho, para obtener una buena inteligibilidad de voz hablada, es suficiente llegar alrededor 5 ó 6 000 Hz. Otro punto importante a considerar es que el refuerzo de voces normalmente requiere de niveles de presión sonora muy inferiores a los requeridos para refuerzo musical. En este sentido también deberemos tomar en cuenta los niveles de ruido ambiental promedio, ya que si se requiere que la voz sobresalga por encima de ellos, los reque rimientos de presión sonora serán proporcionalmente más altos.
Sistema de refuerzo
Un sistema de refuerzo de sonido proyectado para aplicaciones musicales requiere de un rango de frecuencias completo, y el nivel de presión sonora requerido variará ampliamente de acuerdo con el género musical que habrá de trabajarse. Hemos dicho reiteradamente que no se requiere el mismo nivel de presión sonora y por consi guiente, de capacidad del equipo para Jazz acústico que para Rock. De hecho, en éste y en la mayoría de los estilos contemporáneos, sobre todo aquellos en los que predomina la instrumentación electrónica, la mayor parte del contenido de energía se concentra en los rangos graves del espectro, lo cual obliga a que tanto la respuesta como la capacidad del equipo para las frecuencias graves sea amplia.
Contexto
Más allá de ir seleccionando el parlante correcto con los puntos de arriba, surge otro aspecto igualmente importante: el entorno donde dicho equipo habrá de operar. Y esto a su vez nos lleva a varias preguntas: ¿interior o exterior? ¿Qué tan grande es el área de audiencia? Estas variables, junto con las respuestas del párrafo anterior nos ayudarán a determinar los requerimientos de cobertura y la capacidad global de presión sonora. Un sistema de audio que puede ser perfectamente suficiente para un área pequeña como un club, definitivamente será incapaz de satisfacer las necesidades de un recinto grande porque sencillamente no dispone de la potencia necesaria para producir el nivel de presión requerida y porque existirá demasiada reverberación para la dispersión del sistema.
El entendimiento y control sobre la dispersión del sistema, es una piedra angular para una sonorización exitosa. Existen varias razones de esto. Siempre es deseable que la calidad del sonido sea lo más uniforme posible a través de toda el área de audiencia. En la medida de lo posible debemos evitar que existan puntos “calientes” y puntos “muertos”. El sonido debe ser claro e inte ligible en toda el área que se pretende cubrir. Al menos en teoría, la dispersión del sistema debería ser constante y uniforme en todas las frecuencias y en todos los ángulos. Es indeseable, por otra parte, desperdiciar potencia de audio enfocándola en un área donde no es necesario cubrir. De esta manera es posible aumentar la eficiencia aparente del sistema, concentrando su cobertura únicamente en el área de audiencia. Y para ir seleccionando el parlante correcto, es importante destacar que ningún sistema de parlantes creado hasta ahora, presenta una dispersión uniforme de los distintos rangos de frecuencia, ni siquiera dentro de los ángulos y distancias alegados por el fabricante. Dicho de otra manera, si efectuáramos una medición de la respuesta de frecuencia barriendo el espectro, en un parlante cualquiera cuyo fabricante diga que su cobertura es de 90º x 60º exactamente al frente del gabinete. Es decir, a 0º, nos daría unos ciertos valores, pero si efectuáramos esa misma medición desviando el punto de referencia unos cuantos grados en cualquier dirección, los valores obtenidos podrían ser radicalmente distintos.
El tema del precio…
Este problema desde luego es mucho menor en sistemas de alta calidad y precio. Otro punto importante es que el comportamiento de cualquier sistema en cuanto a respuesta y cobertura es muy distinto cuando se usa un solo gabinete a un sistema de gabinetes múltiples, aún cuando sean del mismo tipo. Esto se debe a que por fenómenos físicos relacionados con la fase, algunas frecuencias se suman mientras que otras se cancelan. Es por esta razón que cada fa bricante recomienda las mejores maneras de agrupar sus gabinetes de acuerdo a las distintas opciones de cobertura que el sistema puede ofrecer.
Seguridad ante todo
Otro punto importante son las características físicas de cada gabinete en relación a la forma en que se instalarán. Aquí podemos considerar parámetros tales como tamaño, peso y opciones de montaje. El tamaño es un punto importante en un lugar donde el espacio disponible es limitado, como lo sería en un pequeño club. El peso es un factor a considerar si los parlantes irán instalados en cualquier otro lugar distinto al suelo. Simplemente deberemos asegurarnos que la instalación donde se ubicarán soporta el peso sumado de todos los gabinetes con un buen margen de tolerancia. Esto es especialmente importante en los sistemas suspendidos o colgados (rigged systems). En este punto haremos énfasis en que el aspecto más importante es la seguridad. Bajo ninguna circunstancia debe intentarse suspender gabinetes que no estén específicamente diseñados y preparados de fábrica para tal fin. Esto es vital para ir seleccionando el parlante correcto.
Simplemente pensemos en las consecuencias de un accidente de este tipo en un local atestado de gente. Nunca deben usarse piezas o herrajes distintos a los surtidos o recomendados por el fabricante y verificar antes de cada instalación que todas las partes se encuentren en buen estado. Cada fabricante emplea sistemas de suspensión distintos, por lo que deberá estudiarse y comprenderse plenamente las instrucciones de montaje antes de intentar instalación alguna. Del mismo modo, deberemos asegurarnos que la estructura donde habrá de suspenderse el sistema en su conjunto posee la capacidad y resistencia necesarias. Las regulaciones internacionales especifican tolerancias en una relación de 5:1. Esto significa que por cada kg que habrá de soportarse, los componentes deben estar certificados para 5 kg. En caso de duda, lo más recomendable es acudir al distribuidor a un profesional calificado.
La última consideración para ir seleccionando el parlante correcto es la que se refiere al presupuesto disponible. Éste será siempre una limitante. Siempre hemos dicho que cuando el presupuesto lo permita, deberemos proyectar el sistema de una forma excedida sobre las necesidades estimadas. Todos quisiéramos tener a nuestra disposición los mejores equipos del mercado. Sin embargo, cuando el presupuesto es limitado, siempre existen opciones más económicas que nos permitirán con un poco de ingenio obtener resultados muy satisfactorios.