VICTOR WOOTEN:
Mística creación desde la palma de la mano
Por Fernando Curiel
La experiencia del ser humano actual es definida por las barreras de la sociedad, que se afinca cómodamente sobre los descubrimientos científicos y tecnológicos. Buscamos el método o camino rápido hacia el éxito, muchas veces dejando a un lado el divino misterio y misticismo del mundo que nos rodea. Sin embargo, hay música que contiene ese místico e invaluable sentimiento. Por eso se destacan músicos como Victor Lemonte Wooten. El impactante bajista que por más de dos décadas ha sido miembro de la banda ganadora de Grammy’s Béla Fleck & The Flecktones, ha compartido su filosofía acerca de la música y la naturaleza abiertamente en sus campamentos para músicos, en sus clínicas alrededor del mundo y ahora con nuestros lectores. Aconsejado por su hermano Regi, Victor empezó a tocar el bajo a los 3 años de edad y a los 5 ya estaba de gira con The Wooten Brothers Band abriéndole al pionero del Funk y uno de los creadores del Chicago Soul, Curtis Mayfield. Ha compartido el escenario con incontables bandas y músicos del más alto calibre como Chick Corea Elektric Band, Dave Matthews, Prince, Vital Tech Tones, Branford Marsalis, Dennis Chambers, Mike Stern, y muchos más. Ha sido galardonado como Mejor Bajista del Año, dos veces por Nashville Music Awards, y tres veces por Bass Player Magazine.
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Cuenta con seis discos solista y está en una gira mundial compartiendo su arte y pasión. Junto al lanzamiento del 1ro de abril de su más reciente álbum solista llamado Palmystery, sale a la venta el libro de su autoría titulado The Music Lesson donde cubre en detalle las lecciones que le han permitido destacarse y superarse como músico y persona.
Me da mucho gusto compartir una porción de esta jornada espiritual-educativa tanto de música como de vida. Disfruten.
¿Cuál fue la idea tras tu último álbum, Palmystery?
Bueno, quería hacer un álbum donde tocaba más ya que mis últimos discos contenían muchas voces y trataban de ser más comerciales. Quise dedicarme más a tocar el bajo, darle una oportunidad a todos los músicos de destacarse y enfocarnos en la música.
La canción “I Saw God” (Vi a Dios), que es la única del disco que incluye voces, tiene un mensaje muy particular, ¿podrías explicar qué intentas decir a través de ella?
Siempre me gusta incluir canciones que te hacen pensar y “I Saw God” definitivamente tiene ese efecto. Pienso que hoy en día la gente está preparada para escuchar una canción así. Escuchar a alguien jugando el papel de Dios despierta la curiosidad, especialmente si es una mujer; como ocurre en esta canción.
¿Dirías que eres más espiritual que religioso?
Diría que soy más espiritual que religioso, sí… Y ¿qué significa eso? No sé [risas]. Cuando hablas de Dios es difícil catalogarlo en una sola religión. Entonces, supongo que ser espiritual deja eso abierto. En mi forma de ver, el espiritualismo incluye todo.
Cuentas con la contribución musical de varios miembros de tu familia como Joseph (teclado), Kaila (voz), Roy (cajón), Regi (bajo / guitarra), y Rudi (alto sax). ¿Sientes que la conducta o dinámica de trabajo con tus hermanos es diferente que cuando trabajas con otros músicos como Dennis Chambers o Mike Stern por ejemplo?
Yo soy el menor de mis hermanos y crecí tocando con ellos. Así que cada vez que tocamos, es algo muy familiar… como ir a visitar la casa de mis padres. En ese sentido, sí puede ser distinto que tocar con otros músicos. Pero a través de los años, se me ha hecho mucho más fácil tocar con otros instrumentistas, especialmente si se trata de talentos de la talla de Dennis Chambers y Mike Stern. Me parece muy muy fácil tocar con ellos, y es porque estamos al mismo nivel.
¿Consideras que haber crecido en una familia musical te hizo mejor músico?
Absolutamente. Es como crecer en una familia que habla inglés… vas a aprender a hablar inglés naturalmente. Haber sido criado por una familia de músicos me permitió aprender a tocar música naturalmente, de la misma manera que aprendí a hablar inglés naturalmente. No tuve que sentarme en un aula y aprenderlo académicamente.
Uno de los objetivos de tu campamento para músicos “Bass Nature Camp” es enseñar la relación entre la naturaleza y la música. ¿Podrías explicar esto?
Siempre que tratamos de hacer algo, ya sea tocar música, hablar un idioma, escribir un artículo o hasta amarrar las trenzas de los zapatos, en realidad estamos tratando de ser naturales en lo que sea que estemos tratando de hacer. Cuando digo natural, eso viene de la palabra naturaleza. Entonces, en realidad estamos tratando de ser como la naturaleza porque ella hace lo que hace naturalmente. Nadie tiene que decirle a un árbol cómo crecer, ni a un bosque cómo ser, simplemente es. Así estemos consciente de ello o no, siempre tratamos de ser más como la naturaleza.
En cuanto a la música, la mayoría de las veces nos aislamos de la naturaleza para mejorar técnicamente. Nos encerramos en un cuarto, practicamos y estudiamos lo académico. Es como tratar de aprender un idioma muy bien, pero en vez de ir al lugar donde se habla naturalmente, nos encerramos en un cuarto y nos aislamos. Eso es un método efectivo, pero cuando salimos del cuarto, ¡hablamos con un acento! Y luego tenemos que aprender a ser naturales otra vez. Así que yo propongo, ¿por qué no dejar que la naturaleza sea nuestra aula? Todo está conectado a la naturaleza.
Nunca he conocido a un músico que no esté de acuerdo que la música es un idioma. No tengo que pensar mucho cuando hablo, puedo mantenerme completamente enfocado en lo que estoy sintiendo y las palabras salen por su propia cuenta. No tengo que razonar cómo mover mi lengua, o abrir la boca, etc. Es algo natural. Entonces quiero sentir la música y dejar que salga de mí, a través de mi instrumento y por su cuenta.
¿Tu libro, The Music Lesson trata sobre este tema?
Sí. Se me ocurrió escribirlo después de tantos años de clínicas y de enseñar música. Muchos de mis estudiantes me pedían que escribiera mis métodos y enseñanzas. Pero mucha gente quiere un libro instruccional y no me gusta esa idea ya que es algo presumido, rígido y estéril. No quiero que sea un método definitivo, más bien una sugerencia. Que el lector pueda crear sus propias ideas y métodos. Entonces redacté el libro como si fuese un cuento de ficción. El protagonista piensa en la música como un idioma (lo que hablamos anteriormente). Siendo el protagonista, uno puede ponerse en sus zapatos y ver qué tal sería pensar en la música como algo tan natural como aprender a hablar.
Pero, ¿no estás en contra de la educación musical formal?
¡No! No estoy en contra de ningún tipo de educación musical. Pero estoy diciendo que nos tardamos más en lograr expresarnos naturalmente.
¿Pasaste por la etapa de encerrarte para practicar y mejorar técnicamente?
Sí, pero cuando llegué a esa etapa, ya sabía tocar porque crecí tocando con mi familia. Me enfoqué en aprender a tocar cosas muy particulares, pero ya sabía hacer música.
¿Cuál es el papel de un bajista dentro de la música?
El papel principal de un bajista es servir de apoyo para la música. Es como la fundación de una casa. Una buena fundación pasa desapercibida pero es la parte más fuerte de la edificación. Uno no nota la fundación al menos que esté mala.
¿Qué me puedes decir acerca de solear en el bajo?
Uno de mis objetivos principales cuando soleo es continuar el groove para que aún puedas bailar con la música. No quiero ser responsable por despejar la pista de baile [risas].
Solear es como tener una conversación con alguien y es mi turno de hablar. No tengo que usar todas las palabrotas que conozco o decir todo lo más rápido posible para empezar a hablar. Simplemente es mi turno de decir lo que me provoca decir. Nada más.
¿Así que estamos soleando ahora mismo?
¡Absolutamente! Estamos soleando e improvisando. Muchos piensan que cuando les toca solear deben demostrar todo su conocimiento de teoría y las cosas más complejas para declarar todo lo que saben, pero no… cuando hablamos no se trata de eso. Y la gente que habla así –usando palabras complejas para hacerse sonar intelectual, sofisticado o importante–, usualmente no es el tipo de persona que disfrutamos. Y la mayoría de los instrumentistas soleamos así. Soleamos con nuestro ego en vez de expresar lo que sentimos para apoyar el enfoque de la conversación.
¿Qué te hace un bajista especial o único?
Sólo soy tan especial o único en el bajo como lo que me distingue cuando me expreso con mi voz. A pesar de conversar con gente que habla tu mismo idioma, tienes tu propia voz y lo que te puede destacar en una conversación es lo mismo que te puede hacer sobresalir como músico. Mucha gente dice: “Victor usa esta técnica y eso lo hace especial”. Pero la técnica es sólo una herramienta para expresarme, del mismo modo que puedes usar un acento o ciertas palabras o frases. Esto requiere de años de escuchar y asimilar a otros para adoptar las ideas, palabras o frases con las que mejor te identifiques. Sólo espero que mi voz pueda ser escuchada a través de mi música.
Hablemos un poco acerca de tus “herramientas”, las técnicas que usas para expresarte. ¿Cómo logras un sonido tan particular y rítmico?
Me viene naturalmente porque he pasado muchos años escuchando y asimilando. De joven escuchaba a muchísimos bateristas y me aprendía sus solos y grooves en el bajo. Como no había un método o técnica de ese tipo de ejecución en el bajo, tuve que ingeniármelas para lograr mi objetivo de tocar la batería en el bajo. Regi, mi hermano mayor, es baterista y me ayudó mucho a pensar como tal. Cuando pensaba en una idea musical, me entregaba completamente para desarrollarla.
¿Dirías que inventaste la técnica de usar el dedo gordo (de la mano derecha) para darle a las cuerdas de abajo para arriba?
No la inventé. Simplemente es una técnica que los guitarristas vienen haciendo con la uña de guitarra, sólo que yo lo hago con el dedo gordo. Mi hermano Regi me enseñó a tocar así cuando era muy joven.
Lo primero que le digo a la gente que quiere aprender esta técnica es que no piensen en esto como algo nuevo sino como algo que los guitarristas vienen haciendo desde hace años. Y esto le resta la presión mental al asunto y su aprendizaje parece más posible.
¿Cómo desarrollaste la habilidad de tocar y cantar unísono?
Puedo cantar lo que estoy tocando o tocar lo que estoy cantando, son dos cosas distintas. Pero el objetivo siempre es convertir el instrumento en mi voz. Es igual que cuando hablas; quieres que tu voz imite lo que estás pensando. Quiero adentrar el instrumento al igual que mi voz. Requiere de mucha práctica y hay que acostumbrarse, pero el secreto está en dejarse llevar… tener soltura.
Al practicar esta técnica, ¿deberíamos cantar lo que tocamos, tocar lo que cantamos o lo ideal es encontrar un intermedio?
Todo lo que mencionaste. Pero nota que a veces para lograr el intermedio hay que compensar y apuntar hacia un lado específico. Si tengo una pierna más débil que la otra y camino hacia la derecha naturalmente, tengo que apuntar un poco hacia la izquierda para compensar y caminar derecho.
Idealmente tienes que saber hacer todo. En el caso de los bajistas, yo recomendaría que aprendan a tocar lo que cantan. Cuando cantamos no usamos una sola dinámica, no cantamos duro y rápido y nada más; entonces, si tocamos como cantamos, la ejecución resultaría más lírica.
¿Te sentirías cómodo si tuvieses que tocar solamente corcheas, como en el estilo de Sting por ejemplo?
Absolutamente. Muy cómodo, especialmente si es lo que la música necesita. Es que soy feliz escuchando la conversación y encontrando mi lugar en ella. Entiendo que mi lugar puede requerir que me calle la boca. Si estoy en un cuarto con gente hablando, no significa que tengo que hablar. Tu papel en la mayoría de la conversación debería ser escuchar. Amo tocar ese tipo de líneas de bajo donde toco muchas redondas, blancas, negras, corcheas, etc.
¿Cómo sugieres que los estudiantes practiquen para lograr comodidad y naturaleza al tocar en distintos tiempos compuestos (3/4, 7/8, etc.)?
4/4 es un tiempo compuesto “distinto”, lo que pasa es que nos acostumbramos a tocar en éste. Para mí, el truco está en escucharlo bien. Es como preguntarse: “¿Cómo puedo aprender a hablar con un acento sureño?” Puedes pasar tiempo viviendo en el sur y ni siquiera tendrás que intentar, simplemente te adaptarás. Así que tienes que pasar mucho tiempo escuchando y aprendiendo a tocar tiempos compuestos.
Si te sientes cómodo tocando en 4/4 y quieres aprender a tocar en 7/4 por ejemplo, puedes verlo así: 7/4 es casi como tocar dos grupos de 4/4 sólo que tiene un golpe menos. Yo lo veo como un 4/4 más un 3/4 ó un 3/4 más un 4/4 (el acento varía). Muchos de los tiempos compuestos pueden ser simplificados.
Si voy a tocar en 11, que es un tiempo extraño para la mayoría de nosotros, siento los pulsos de los tiempos más pequeños que en conjunto suman 11. Puedo pensar que son dos grupos de 4 y uno de 3 ó cuatro barras de 2 y una de 3, por ejemplo.
¿Qué opinas de la teoría musical?
Es maravillosa, es como usar un tesauro, encuentras otra manera de decir lo mismo. Quiero poder usar sinónimos para no ser tan repetitivo cuando hablo y hacer lo que digo más interesante, pues la teoría ayuda con eso. Y a veces puede revelar qué puede funcionar sobre una progresión cuando quizás no lo tengas definido en tu mente. Es muy útil.
¿Cuáles han sido algunas de tus influencias musicales?
Cuando era muy joven vi a James Brown y me impactó mucho. Cuando tenía unos cinco años me fui de gira con mis hermanos donde le abríamos a Curtis Mayfield. Así que estar alrededor de talentosos músicos fue una influencia muy importante en mi vida. Lo que más me ayudó fue formar parte de una banda con músicos profesionales, ese fue mi punto de referencia. Realmente se aprende mucho y muy rápido así.
¿Qué se destaca de tu carrera musical?
Recientemente pasé tres semanas tocando con Chick Corea. He estado tocando junto a Béla Fleck por casi 20 años. He pasado las últimas semanas en el estudio grabando un álbum junto a Stanley Clarke y Marcus Miller, dos de mis héroes musicales.
¿Qué me puedes contar de la experiencia de tocar con Chick Corea Elektric Band?
Tocamos durante tres semanas y la última presentación fue en año nuevo en el Blue Note de Nueva York. Curiosamente, los retos más significantes de tocar con el Elektric Band fueron mentales. Conocí a Chick Corea por primera vez cuando tenía diez años, y era fan de Return To Forever. Ha sido uno de mis ídolos desde entonces. Cuando estoy con Chick, me siento como que todavía tengo diez años… así que puedes imaginarte como me sentí cuando me llamó para tocar con él en su banda. Estar en la tarima y verlo a mi derecha es algo intimidante ya que pienso en todos los músicos con quien ha tocado… Stanley [Clarke], Jaco [Pastorius], John [Patitucci], etc. Pero me di cuenta que Chick me llamó a mípara que tocara como yo toco, y no para sonar como Patitucci. Así que tengo que recordarme a mí mismo a tocar como yo. Sé tocar el bajo y que soy suficientemente buen músico como para tocar esta música, sólo tenía que contenerme y relajarme lo suficiente para poder dar lo mejor de mí.
¿Qué me puedes contar de tus dos décadas junto a Béla Fleck & The Flecktones?
Tocábamos música original de Béla y nadie escribe música como él. El banjo es un instrumento extraño. Es común que la nota más grave que escuchas del banjo no sea la raíz del acorde, y me fue difícil al principio entender qué estaba tocando ya que si tocaba la nota grave que él estaba tocando, no sonaba bien. También aprendí mucho acerca de tocar en el estudio. Ha sido una experiencia muy gratificante.
¿Qué equipos estás usando?
En 1983 había una nueva compañía fabricante de bajos llamada Fodera [www.fodera.com] y desde entonces he estado usando esos bajos. Como llevo más de 25 años tocándolos, he adaptado mi estilo en base a ellos. Hoy en día la gente no toca el mismo instrumento tanto tiempo, siempre quieren el último modelo, y eso está bien. Pero cuando muchos de nosotros éramos jóvenes, como Marcus Miller y yo, no teníamos mucho dinero para comprar varios bajos, teníamos que tener uno solo. Y lo bueno de eso es que aprendes a sacarle todos los sonidos posibles y te acostumbras a tu instrumento.
H
e usado amplificadores Ampeg por muchos años pero ahora estoy experimentando con otras opciones. La mayoría de las veces que grabo uso una caja directa (DI). Uso un DI Countryman o un Stewart, y recientemente he estado usando un Radial. Si busco un sonido distinto o particular, puede que use un amplificador con un micrófono.
Muchas veces cuando grabo el bajo como un instrumento solista, coloco un micrófono justo enfrente de mi mano derecha para captar los sonidos –no amplificados– entre las cuerdas y los dedos. ¡Ese es un buen truco o secreto de grabación!
En cuanto a mis cuerdas, Fodera vende un juego Victor Wooten donde la más aguda (Sol) es .040 (que es bastante ligera para muchos bajistas), luego .055, .075, y la cuarta (Mi) es .095. A veces uso cuerdas más gruesas en el estudio para lograr un mejor sonido, pero cuando toco en vivo prefiero la comodidad de cuerdas más ligeras.
Cuando uso efectos –que no es muy frecuente– uso un poco de reverberación, chorus, distorsión o hasta un pedal de whammy.
¿Cómo escribes canciones?
Tengo que averiguar qué quiero cantar. Busco un tema sobre el cual enfocarme. Siempre cargo una grabadora portátil para documentar alguna melodía que se me pueda ocurrir. A veces empiezo con una idea, como hacer una canción con tres bateristas que se turnen tocando y luego que toquen todos juntos. Así nació “Left, Right and Center” de Palmystery.
¿Cómo te preparas para una gira mundial?
Si estás en esa etapa, lo más probable es que estés preparado en cuanto a la habilidad en tu instrumento, pero es probable que no estés listo para las luchas mentales que trae. Estar en un carro, autobús, o avión por mucho tiempo seguido, con la misma gente durante varios meses o años, es algo para lo que la gente típicamente no se prepara cuando piensa en ser un músico profesional. Cuando llegas a esa etapa, encuentras cosas que tienes que aprender a manejar.
Cuando pregunto en mis clínicas que quién quiere ser un músico profesional, casi todos levantan la mano. Entonces digo, ¿cómo se están preparando para eso? Y siempre me responden, “Bueno, estoy practicando mucho.” Eso está bien, pero sólo están preparándose con respecto a sus instrumentos. Cuando finalmente logras vivir de la música, la mayoría de tu tiempo no va ser consumido con tu instrumento, hay muchas otras cosas que un profesional no puede ignorar para ser exitoso. Yo soy un músico profesional y durante la mayor parte de mis días tengo que ocuparme de negocios, la prensa, ir al estudio; dedicarle tiempo a los fans, a mi mánager, a la disquera, etc. Los éxitos o fracasos que tenemos con la música no tienen mucho que ver con música en sí, la mayoría se debe a nuestras luchas mentales. El éxito ha arruinado a muchísimas personas, y es porque nadie nos enseña o nos prepara para estas cosas.
En tu página Web noté que negaste la petición de un fan cuando te pidió la transcripción de “Amazing Grace” para forzarlo a usar su oído.
Es que estoy seguro que puede cantar una melodía tan fácil como la de esa canción y si puede cantarla, ¡puede tocarla! No quiero arruinar su oportunidad de usar su oído para transcribir algo tan sencillo como eso. Y sí tengo esa transcripción. Es crucial poder traducir lo que escuchas a tu instrumento. Y mientras más lo haces, más creces como músico.
¿Qué consejos les puedes dar a los músicos que buscan ser exitosos?
Mi abuela siempre nos dijo que trates bien a la vida que ella te tratará bien a ti. No hay un método de éxito garantizado, pero este consejo es efectivo. Mi madre siempre nos decía: “Ustedes ya son exitosos, sólo que el resto del mundo no se ha dado cuenta todavía”. Haz lo que haces honestamente y suficientemente bien, y si estás tratando a la vida bien, te regresará los bienes que le has obsequiado. Aprender a hacer música es fácil, es aprender a vivir lo que presenta el gran reto. Nadie puede decirte cómo hacerlo. Si haces música para salir en portadas de revistas (fama), o por el dinero, el camino se va a ser muy difícil. Pero si lo haces para influir positivamente en las vidas de los demás, entonces la vida te tratará bien.