Entrevista con Carlos Rivera
Carlos Rivera acaba de lanzar un proyecto grabado en Abbey Road. El cantante y compositor mexicano ha construido una carrera solida durante los últimos 15 años. Sin embargo, el camino que ha recorrido no siempre ha sido de rosas. A pesar de los retos, al día de hoy ya ha realizado 13 conciertos en el mítico Auditorio Nacional de México, considerado por muchos como el recinto donde se consagran los artistas.
Recientemente logró otro hito de grandes proporciones: Grabar un disco y documental en el legendario estudio Abbey Road (Sessions Recorded at Abbey Road), junto con la Sinfónica de Londres, una de las mejores del mundo.
En esta entrevista Carlos nos cuenta cómo fue ese camino desde que se dio a conocer en un reality show mexicano (La Academia) hasta agotar entradas en México, España, Argentina y demás países.
Háblame de la experiencia de trabar en el estudio Abbey Road.
Fue un sueño hecho realidad. Además de ser fanántico de los Beatles, tengo una gran admiración por la historia de ese lugar. Y bueno se trata del estudio más iconico del mundo. Es un estudio que no permite que cualquiera vaya a grabar allí. Tuve la gran suerte de ser el primer latino que le permiten usar el sello Abbey Road. Era una tarea que muchos dijeron que era imposible pero se dio y logramos hacer algo realmente especial. Es un disco que está grabado completamente en vivo en el estudio 2 de Abbey Road, con la London Symphony, con los productores Andrés Castro, Tommy Torres y Dan Warner (QEPD).
Cómo fue trabajar con la Sinfónica de Londres.
Eso fue otro reto. Tocar con una sinfónica de ese nivel fue increible. Uno de nuestros productores en Abbey Road, Alfonso Gonzáles Aguilar, quien hace música para películas, tenía el contacto para trabajar con la Sinfónica de Londres. Los obstáculos fueron más la personas que nos decían que no lo íbamos a lograr y no tanto de la realidad de las cosas. Los músicos sonaban increíble desde la primera toma, creo que no se equivocaban nunca. Desde la primera leída sonó perfecto. Fue algo realmente fantástico.
Tú te hiciste conocido a través de un reality en la TV mexicana. Háblame de los retos de transformar eso en una carrera como la tuya.
Yo vine de un pueblo muy pequeño en México y como muchos, tenía el sueño de cantar. En el momento en que estuve en el proyecto, La Academia tenía mucha difusión y era más un semillero de talentos. Luego se convirtió en algo más enfocado en vender. Por suerte me tocó tener grandes maestros ahí y aprendí muchísimo. Luego de ganar el programa pensaba que tendría mucho éxito. Pero no fue así. Estuve en medio de situaciones complejas con la disquera y la empresa televisa. Tardé dos años hasta lograr que las partes involucradas lograran un acuerdo para yo poder trabajar de manera activa.
No puedes dar por sentado de que por que ganas un proyecto de TV vas a tener una carrera garantizada. También aprendí que después de ganar ese show, aun me faltaba mucho por mejorar. Seguí tomando clases de canto y más, y seguir creciendo cómo artista. Luego hice teatro musical en México. De ahí surgió la oportunidad de hacer El Rey León en España, con mucho éxito. De ahí sacamos un disco para aprovechar ese momentum. Poco a poco empezaron a salir territorios que se nos abrieron. Pero fueron más de siete años desde que salí del reality hasta ese momento. Y bueno, pasaron doce años desde que salí de la academia y toqué por primera vez en el Auditorio Nacional de México.
Carlos Rivera en Abbey Road suena muy bien.
Gracias. Es un sueño hecho realidad.
¿Cómo te desarrollaste como compositor?
Eso fue un proceso muy lento. A pesar de que compongo desde los ocho años, no soy el típico cantautor que va con su guitarra o teclado a todas partes. Yo cantaba mis canciones a capella, y al final la disquera nunca tomaba mis canciones en cuenta. Franco De Vita fue el primero que al escuchar mis temas me instó a grabarlos.
Entonces al siguiente disco que grabé, le mostré mis canciones a la disquera pero no les dije que eran mías. Al final la mitad del disco tuvo temas míos, que fueron las que empezaron a destacar. Mis cancione tienen temas de amor universal que logran conectar con algunas personas. Una canción en particular “Que lo nuestro se quede nuestro” llegó a conectar con muchas personas, a pesar de que no tiene un formato tradicional pop. Es un tema más de cantautor. No la consideron para sencillo en la disquera. Pero el tema creció tanto que al final tuvieron que ponerlo en la radio. Eso está en el documental Yo Vivo que está en YouTube.