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Waldo Madera, Talento en constante evolución

WALDO MADERA: Talento en constante evolución

 

Por Gonzalo Suárez

Existe, en la industria musical actual, casos de bateristas que perduran, evolucionan y ascienden por años y décadas, basados en una simple pero muy efectiva fórmula para el éxito: Responsabilidad, humildad y trabajo duro. Nuestro entrevistado de hoy es uno de ellos.

Waldo Madera nació en Nueva York y empezó a tocar a los trece años. Actualmente reside en Miami pero ha vivido en República Dominicana, México y Argentina. Es un ejemplo de cómo se puede tener éxito en la música sin ampararse en actitudes escandalosas, sin abusar del atajo de las redes sociales y sin la necesidad de baterías gigantescas.

Este gran baterista es conocido por su humildad, gran generosidad, un inmensurable talento y versatilidad que solo se logra con años de dedicación. Y estos años de dedicación ciertamente han dado sus frutos: múltiples giras mundiales con mega estrellas de pop latino como Juanes, Ricardo Arjona, Diego Torres y Ricky Martin (durante el pico de su carrera con “La vida loca”). Ha tocado en estadios alrededor del mundo, festivales y eventos televisados como el Montreal Jazz Festival, el MTV Unplugged de Ricky Martin y luego de Juanes, así como en el icónico concierto de Paz Sin Fronteras entre Colombia y Venezuela, entre muchos otros.

Además es un sesionista muy solicitado que está igual de cómodo tocando jazz latino como rock y metal. También se dedica activamente a la parte de la educación musical, dando constantemente clínicas en Latinoamérica y enseñado batería a las nuevas generaciones cuando está en su ciudad actual, Miami.

Hoy tendremos una amena conversación con este gran talento. ¡Espero que la disfruten!

 

Recientemente la configuración de tus baterías se han visto con la secuencia de los toms 1 y 2 invertidos, cuéntanos de las ventajas y retos que esto trae.

Esto surgió hace años en el estudio. Me di cuenta que tenía que estar cambiando la configuración de la batería constantemente para acomodar la sonoridad de cada género ya que con el correr del tiempo se ha vuelto nuevamente popular las afinaciones graves y los tamaños grandes de los 70. Aun así hay géneros como la timba o fusión donde sigue funcionando mejor la afinación y tamaños que eran populares en los 90.

Entonces, primero me di cuenta que podía armar un set grande con varios tipos de platillos distintos y con los toms intercalados y solo tocar las partes de la batería que necesito para ese tipo de música en particular sin tener que estar desarmando el set para cada proyecto.

Luego en esos momentos de espontaneidad donde no lo pensaba y hacía algún fill usando todos los toms, me di cuenta que le daba un cierto carácter o personalidad a mi forma de tocar en las grabaciones, ya que tienes el paneo normal pero los tonos no se mueven de manera normal en el espectro estéreo, y eso te hace sonar diferente.

Tienes que explicarle a los ingenieros que no te conocen que no es un error, y que los tracks que estás mandando son así a propósito [risas]. Y luego para rematar me di cuenta que cuando improviso hay muchas frases, como por ejemplo, los tresillos entre toms y bombo que los inicio con la mano derecha, y al tener los toms invertidos me empezaron a sonar más orgánicos y melodiosos. Así que terminé usando siempre ese orden; ¡o desorden!, como podrían llamarle algunos colegas [risas].

 

La mayoría de las veces se te ve tocando en sets de tamaño pequeño, independientemente de que estés tocando pop en una arena o jazz en un club. ¿Crees que un buen set de batería y platillos pueden cubrir casi todas las situaciones musicales?

Mi configuración favorita siempre fue dos toms y dos floor tom. Realmente se puede tocar cualquier género con un set muy simple, uno se va adaptando a las necesidades musicales y de la producción. Por ejemplo, la música de Ricky Martin era rítmicamente muy variada ya que en vivo tenías que tocar, tribal, pop, R&B, rock, latino, reggae, electrónica y balada. Entonces había la necesidad de tener las opciones de timbres para cubrir todo eso y mantenerlo interesante.

Con Juanes, en un principio las giras eran más mezcladas con rock y algunas baladas. También se tenía la intención de hacer el espectáculo más grande, más “show” en esas giras. A esto debí sumar la responsabilidad de acomodar varios tipos de redoblantes para lograr la sonorizad muy distinta que había entre sus primeras producciones. O sea de súper grave a un loop súper agudo y/o afinación típica de pop en el rengo medio.

Lo importante es hacerle justicia a cada género y tratar de respetar la sonoridad de los mismos. Así lo siento y creo que al artista también lo hace sentir más cómodo ya que ellos vienen escuchando sus discos toda una vida.

Las modas van y vienen, y también se repiten cada tanto. Venimos viviendo una era de sonido de los 70 en la mayoría de las producción musicales hechas con batería acústica desde hace más de una década, y eso se escucha en todos lados, me gusta estar adaptado a lo que pida la canción, así que me ves tocando un set pequeño que solo varía en sus tamaños dependiendo de qué tan grave sea la necesidad musical.

Con Diego Torres es: 22×18, 12×8, 10×7, 16×16 y redoblantes 14×5.5 y 13×3.5. En el Waldo Madera Quintet es: 20×20, 12×8, timbal de 12, tom de piso de 16×14 y 14×14. En eternamente Juan Gabriel estoy usando 22×18, 13×9, 16×16 y 14×14, redoblantes [tarolas, cajas] 14×5.5 y 14×7 en EBS Church uso: 24×20, tom 14×7, floor tom 18×16 y redoblante 14×6.5.

Para las tocadas de jazz con sonido tradicional estoy usando 18×14, 10×7, 14×14, redoblante 12×3.5.

 
Háblanos de tu trabajo como profesor de batería, ¿en qué te concentras como meta central?

Estoy muy feliz de haber sido invitado por el gran maestro y amigo Guillermo Vadalá a formar parte del staff de Let It Beat Music Academy (Miami; www.letitbeat.us).

Por primera vez tengo la oportunidad de contribuir a la formación de otros bateristas de manera oficial y de todas las edades. Tengo desde colegas profesionales que están grabando, viajado y tocando por todos lados así como tengo niños de cinco años o adultos que simplemente tienen ganas de tocar la batería por diversión. Esto me ha ayudado a abrir mi panorama musical y de paso a revisar muchas cosas de mi propia formación.

Las tres cosas más importantes que debe desarrollar un baterista son: (1) buen sentido del tiempo, (2) el gusto o sentido estético, y (3) técnica y coordinación suficiente para poder expresar lo que siente sobre el instrumento sin limitantes.

Después de eso y ya como un elemento para tener más opciones de trabajo dentro de la profesión está la lectura, conocimiento armónico, arreglo, orquestación, etc.

 

Tu ejecución se ve muy relajada y natural. ¿Puedes decirnos cómo lograr gran volumen con precisión y gastando poca energía?

El sonido de la batería fue quizá mi primera gran inquietud cuando comenzaba a tocar. Los primeros años me los pasé cambiando tipos de parches o probando todas las combinaciones que se me pudiera ocurrir y que veía usar a los grandes maestros. Con esta obsesión fui encontrando el sonido que yo quería. Lo tuve muy claro en mi cabeza pero tenía que llevarlo al instrumento.

Ese proceso me llevó un tiempo y como el sonido que más me gustaba era el de muchos bateristas de rock, pop y rock progresivo. En un principio tenía la tendencia a tocar con mucha fuerza porque esa era mi impresión al escuchar las grabaciones, creía que estaban casi rompiendo el instrumento. Luego con el tiempo y al entrar a grabar a los estudios comprendí que así no iba a lograr mi sonido, necesitaba un balance entre lograr volumen pero sin matar la batería que solo sonaba más chica mientras más duro le pegaba.

Yo quería un sonido grande y abierto. Para lograrlo tuve que aprender a sentir y escuchar cuál era el umbral de presión que soporta el instrumento antes de que se ahogue y se vuelva chico y apretado, eso varía según el tamaño y el tipo de madera que tenga la batería. Por ejemplo, el abedul es por lo general menos resonante que el arce, entonces se ahoga el sonido usando menos fuerza.

La otra cosa que logré desarrollar es que no aprieto el palo al golpear contra el parche. Eso ayuda a que resuena con mayor libertad y por ende suena con más cuerpo. Con los platillos aprendí a que cuando los ataco con un movimiento lateral o como haciendo un pequeño giro de muñeca logro también que la resonancia sea más rápida, abierta y por ende suene más fuerte, antes los atacaba directo y hacia abajo cortando la resonancia y el volumen ya que el mismo palo rígido frena la vibración.

 

Háblanos de tu rutina y ejercicios de manos y piernas que usas para calentar antes de un show en vivo o de una grabación.

Un calentamiento típico en gira antes de un concierto para mi es hacer semicorcheas con los pies y en las manos alternar sencillos del 1 al 9. O sea: 1 y 1, 2 y 2, 3 y 3, 4 y 4, hasta al 9 y de regreso. Repito esa secuencia sin parar los pies hasta que lo puedo hacer a una velocidad rápida cómodamente.

Para grabar no acostumbro hacer calentamiento. Lo que sí es cuando he tenido que grabar metal me aseguro de salir a montar unos 30km en bicicleta 2 o 3 días seguidos antes de la sesión para incrementar un poco la resistencia.

 

¿Crees que con el mundo de las grabaciones por internet hoy en día es menos importante donde se vive en comparación a hace 20 años atrás?

Sí. He vivido en  Santo Domingo, Nueva York, México DF, Cuernavaca, Buenos Aires y ahora en Florida. Definitivamente internet achicó el mundo y ya no importa dónde vives para los productores que frecuentan trabajar contigo. Muchos de los grandes estudios han tenido que cerrar por lo mismo. Puedes hacer video conferencia con el productor y está ahí contigo mientras estás grabando si lo desea.

 

¿Cómo prefieres afinar tu batería? ¿Utilizas una afinación base intermedia para luego moverte acorde al género que vas a tocar?

Para pop y rock uso una afinación de tensión media en los toms y grave en los floor toms. Para latino uso una afinación medio aguda menos los floor toms que los sigo usando grave.

En todos estos géneros uso REMO Black Suede por arriba y Ambassador Black Suede por abajo. Redoblantes con Ambassador X por arriba y Black Suede Snare Side por abajo. A los bombos le pongo REMO Power Sonic.

Para jazz tipo swing uso una afinación aguda en los toms y los floor tom afinación medio grave. Parches REMO Black Suede Ambassador por arriba y Diplomat Coated por abajo. Redoblante con REMO Ambassador X14 por arriba y Clear por abajo. El bombo con Black Suede P3.

 

Eres conocido por poder tocar latino y jazz con la misma comodidad que tocas pop, rock y metal pesado, ¿cómo es tu rutina de práctica para lograr ser tan versátil?

Lo que siempre hago y he hecho es escuchar con mucha atención todos los géneros posibles. Tratar de entender la esencia de cada uno, identificar los detalles claves que te dan el sentido o el sentimiento necesario para interpretarlos. Y en estos que mencionas como son de los que más disfruto escuchar pues se me facilita meterme en la película. ¡Es como interpretar un papel en el cine!

También me ayudó que durante un par de años viví en una casa donde tenía el espacio para armar tres baterías al mismo tiempo. Ahí podía hacer ruido a la hora que sea y lo que hice fue tener permanentemente armada una batería de jazz, una de latin jazz y una de rock. Dependiendo del estado de ánimo me agarraba a palos con una de las tres en cualquier horario. Poder cambiar en cualquier momento de una a la otra y por ende de un género a otro me ayudó a encontrar la claridad para cambiar de personaje en el acto.

Me cuesta mucho tocar un género en una batería con el sonido equivocado. Es más, te diría que me es prácticamente imposible. Así que una de las cosas que más me ayuda a lograr la versatilidad es tener la batería adecuada con la afinación adecuada y los tamaños adecuados para lo que voy a tocar.

Estas son las cosas que me ponen en sintonía con lo que estoy tocando y automáticamente mi lenguaje musical se transforma. Si el pez muere por la boca entonces yo muero por el oído [risas].

 

¿Cuál crees que sería el principal enemigo de los bateristas actuales?

Bueno, para mí el ego siempre será un factor importante en el aislamiento de cualquier ser humano no importa su profesión. Con el tema de las redes, la verdad es que peco de ser muy malo para esto, a ratos hago mi esfuerzo porque sé que en estos tiempos para mucha gente, incluyendo las mismas empresas que te patrocinan, es más importante cuántos seguidores tienes que cualquier otra cosa.

Todo en exceso puede ser perjudicial y si solo estás todo el tiempo metido en tus redes tratando de promoverte y no sacas tiempo para convivir, escuchar música, estudiar, leer algún libro o hacer algún otro hobby alterno, entonces te puedes perder envuelto en eso.

Ahora creo que el principal enemigo del baterista o de cualquier músico profesional somos nosotros mismos, estamos en una época donde la necesidad de que todo sea inmediato está llevando a los jóvenes a regalar su talento y esfuerzo. En algunos casos se toman trabajos mal remunerados solo por querer subir esa selfie desde algún lugar recóndito del planeta ¡para que los demás les digan has triunfado!

Pero como son jóvenes y aún no miran al futuro, se crea confusión en pensar que están abriendo camino con esas acciones, pero cuando por fin dicen “Me encantaría formar familia y tener una casa propia, vivir en pareja, etc.” Ahí es cuando se dan cuenta que lo que están ganando no da para pensar en nada de eso a gran escala. Pero para entonces ya es muy tarde.

Si a tus clientes le diste champán y caviar por 2 pesos durante todo ese tiempo ni loco te van a querer pagar 10 pesos. Lamentablemente a las fianzas no les va a importar cuántas horas estudias para hacer lo que haces, cuántos sacrificios hicieron tú o tu familia para que te formaras y desarrolles tu talento. Jamás le dije a nadie cuanto tiene que cobrar por su trabajo y siempre he negociado mis asuntos individualmente con mucha privacidad. Pero sí considero que nuestra profesión merece ser respetada y apreciada de otro manera.

A nadie le parece descabellado cuando un atleta gana sumas millonarias por hacer bien lo que hace, ¿verdad? Sin embargo, que un músico quiera vivir una vida digna, que pueda pensar a futuro en darle una buena educación y salud a su familia, tener un retiro decente, ¿y por qué no?

 

En las giras de estrellas pop como Ricky Martin, Juanes o Ricardo Arjona, ¿llevas tus propios equipos o se alquila un backline fijo para cada gira?

Afortunadamente en las grandes producciones llevan tu instrumento a todos lados. Lógicamente eso garantiza el sonido y respuesta deseado noche tras noche. También ahorra tiempo de armado y desarmado a los técnicos que trabajan duro y están ahí al pie del cañón para que todo salga bien.

 

¿Cuánta libertad tienden a darte para improvisar en los shows?

Si sabes identificar cuáles son aquellas cosas que resaltan de la ejecución del disco, es decir, sea un fill inolvidable, un sonido que le da todo el carácter a la canción es preferible hacerlo tal cual. Si haces eso lo demás lo puedas alterar para acomodarlo a lo que estás sintiendo en el momento o a tu estilo. Nadie te va a decir nada. Al menos esa es la suerte que he tenido en 30 años girando. Obviamente tienes que interpretar dentro del género que vienes tocado porque si no ya es antimusical, y eso si va sobresalir estéticamente.

 

Háblanos de que tipo de monitoreo prefieres en general, ¿in-ears o audífonos? ¿Qué tipo de mezcla prefieres?

Para grandes escenarios prefiero los in-ears. Los vengo usando desde 1996 y de verdad que es lo más cómodo que he usado. En el estudio prefiero usar auriculares ya que te da la habilidad de poner y quitarlos rápidamente, y aparte no aíslan tanto como los in-ears. Eso me gusta para oír un poco acústicamente mi batería cuando grabo. Para bares pequeños y clubes me encanta el monitor de piso o si es posible, nada.

Mi mezcla favorita es cuando todo está balanceado como si fuera un disco. O sea, que puedo dejar de tocar y es como un play along. No me gusta tener la batería fuertísimo en los oídos. No quiero que tape a los otros instrumentos. He tenido la suerte de trabajar con excelentes ingenieros de monitores, tipos que te hacen la mezcla ideal. Ahora con los sistemas donde tú mismo te haces la mezcla, eso sí que me parece lo máximo porque hay cosas que pueden fluctuar día a día. Yo odio tener que manotear desde la batería durante un concierto, se me hace feo y una distracción. Es más, sino es algo grave prefiero aguantármelo y comentarlo al final de la noche. Así que con estos sistemas el ingeniero se puede dedicar 100% a la mezcla del artista central durante la función y uno hace su mezcla sin molestar a nadie.

 

¿Qué mantiene tu pasión luego de tantas décadas de viajes y de trabajo ininterrumpido?

Definitivamente la familia es un renovador de energías. Cecilia, Nicolás, Mailén, Rosario y Bartok son mi cable a tierra.

La pasión por lo que hago me la mantiene ese niño que llevo dentro inquieto. Cuando llego a casa, aparte de estar con la familia, armo actividades con mis proyectos personales o de otros amigos para salir a tocar otra música.

Necesito estar siempre tocando algo diferente ya sea otro género o simplemente otro repertorio, eso me mantiene ilusionado y con esa sensación de inconcluso… ¡Siempre hay más por hacer!

 

¿Prefieres hacer shows en vivo leyendo o de memoria?

En el estudio uso las partituras en tiempo real de grabación, o solo como referencia inicial de los cortes y cambios rítmicos. En vivo me encanta cuando puedo tocar de memoria, aparte en lo personal me parece más chévere cuando vas a un concierto y los músicos están interactuando entre ellos y con el público en vez de tener la cara metida en un atril.

En el estudio me toca variado. Pero mayormente me llegan las sesiones sin partituras. Por ahí me hago una guía si está complicada la forma o tiene muchos acentos y cortes.

 

¿Algo más que quieras agregar?

Doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado. Mi familia, la música, los caminos por donde me ha guiado, las puertas que me ha abierto y también las que me cerró.

Agradecerte está entrevista mi querido y respetado, Gonzo. Es un placer y un honor ser entrevistado por un colega conocedor como tú. Pero sobre todo te agradezco la amistad que nos une desde hace tantos años y que fue producto de las giras también.

www.waldomadera.com

 
Nov 21, 2018 @ 9:19 pm

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