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Entrevista a Noel Schajris
Nuevo álbum y nueva plataforma
Por Rodrigo O. Sánchez
Fotos: Mayra Ortiz
Noel Schajris ha forjado una carrera legendaria durante las últimas décadas. Ha vendido más de 25 millones de discos y 1 millón de entradas a sus conciertos desde el lanzamiento de suprimer álbum como solista. Con el fenómeno conocido como Sin Bandera, entró para quedarse en los hogares y corazones de toda Latinoamérica, junto a Leonel García.
Con giras tanto de Sin Bandera como en solista, Noel sigue siendo uno de los principales artistas de la actualidad, tocando en una serie de shows sold out, y con el amor del público en su ápice. Bajo su disqueraDynamo Productions, ha lanzado un nuevo álbum de estudio titulado Siempre Lo Supe, y también una plataforma digital para monetizar y tener el control sobre su música, de una manera más digna y rentable.
Háblame de tu plataforma que has lanzado para que las personas puedan escuchar tu música, de tus razones y de por qué ahora en este preciso momento.
Imagínate cuando tenés algo que es muy valioso para ti y decís ¿dónde lo pongo? ¿cómo lo muestro? Uno de pronto piensa, “no, no lo voy a poner ahí en medio de veinte mil cosas pues pierde sentido y no se le da su valor”. Se trata de poner las cosas en un lugar donde sean valoradas. Entonces la idea de esto es volver al disco y todas esas cosas que acompañan a este proyecto que tiene que ver con tratar de cambiar una industria que ya no funciona para cientos de miles.
Hoy tuve una plática preciosa con alguien de una plataforma convencional muy importante y ella me agradeció por darle mi perspectiva real, ya que ella estaba en su burbuja con los 100 tipos que son millonarios con este rollo y perdió completamente conciencia de lo que está pasando con el 98 % de los artistas del mundo. Artistas que no tienen una retribución por su contenido como Dios manda, como debería ser.
Entonces yo vengo de una generación del disco, todavía me tocó el disco como el formato y el vehículo, y estoy convencido que hay que regresar al disco. Y lo hago con este disco, que es el disco más importante de cantautor de mi vida. No he parado de recibir comentarios preciosos de colegas y de fans, de personas de los medios de comunicación, por la atreverme a lanzar mi propia plataforma.
En efecto, las plataformas pagan muy poco a los creadores de música.
Así es. Pero entonces, pues hablemos de la realidad, volvamos a la verdad, hablemos de lo que está pasando. Lo que está pasando es que los creadores de contenido musical no pueden vivir de su música. Eso es lo que está pasando. Miles de ellos. Hay una desmotivación enorme en montón de músicos, amigos de jazz, en músicos de cualquier género.
La pregunta es, ¿para qué voy a hacer un disco? ¿Para qué lo voy a hacer? Me voy a gastar 5 mil dólares en la producción. ¿Y cuándo vuelvo a ver algún retorno financiero? ¿Para qué lo hago? Hay una desmotivación enorme. Entonces volvamos por todos esos chicos y por los que supimos lo que es la belleza de un disco.
Cuando tú compras un disco, Rodrigo, tú lo sabes muy bien. Lo escuchas, le pones tu atención, le brindas tu enfoque, le regalas una hora de tu vida a escucharlo enterito. A ver qué es lo que buscó este artista sonoramente. Wow, qué interesante esa canción, lo que quiso lograr. ¿Quién tocó ahí? A ver, oh mira, está Tony Levin que tocaba con Peter Gabriel, etc.
Claro y siento que ahora estamos también en una época en que toca producir y lanzar música como si el artista fuese una máquina.
¡Claro! Como te pagan tan poco, entonces la solución de ese sistema es decirte, dame veinte mil canciones al año y tal vez ganas algo más decente. ¡Pero eso es ridículo! Nadie puede hacer 20.000 canciones en un año y que tengan algún valor. Es imposible no repetirte, es imposible tener un nivel de calidad si vas a hacer una canción cada quincena, es imposible. Quieren a tipos como una especie de hamster en la ruedita todo el tiempo generando, generando, generando, generando, como para ver si más o menos hago algo decente y puedo vivir de mi música. Es una locura. Eso genera inmediatamente que la barra del nivel y de exigencia se baje y que todo se ve igual, como todo suena igual hoy en día. Salvo algunas excepciones, artistas como Rosalía, que de pronto surgen.
Y nuestro continente tiene una gran diversidad.
¡Por supuesto! Hay una riqueza musical en Latinoamérica tan grande, pero no tenemos la atención que debemos tener porque estamos dándole la atención solamente a una sola cosa en las plataformas convencionales y no estamos mostrando la diversidad y la belleza y la riqueza de Latinoamérica. Entonces, a ver, volvamos a la realidad, volvamos a darle a cada espacio y a cada tendencia y a cada género, su valor. La música para mí no tiene género, pero digamos que en esos 80.500 variantes musicales latinoamericanas, valoremosla y que esos artistas, si hay un pibe en Valledupar, Colombia, que quiere hacer Vallenato, que sepa que lo puede hacer. Si hay un pibe en Panamá que quiere hacer Soul, en español, que sepa que lo puede hacer y valorando de vuelta un disco. De qué manera, vamos a ir encontrando la manera de que cada quien tenga su plataforma y si no puedes para tener tu plataforma, disqueras como Dinamo Producciones donde le estoy dando ese espacio a los chicos para que puedan hacer lo que aman realmente, no sonar como a otro, sino buscar la originalidad, la identidad, la individualidad.
Háblame de la relación tradicional que solía existir entre artista y disquera, y de por qué decidiste crear tu propia disquera.
Desde el momento en que se generó dinero en la industria musical, el lado artístico tuvo que coexistir con el lado del negocio, y esa relación siempre ha sido tensa. Esa relación es compleja porque lo que le importa a las disqueras son los número, pero lo que el artista quiere es tener una relación con sus fans.
La disquera funciona como una especie de prestamista. Te da un adelanto, un préstamo para que grabes y funciones. El negocio de la disquera es tenerte endeudado con ese adelanto de por vida. Nunca lo terminas de recuperar, no hay transparencia con los números, y nunca sabes porqué debes tanto. Hasta el día de hoy le debo un dinero a la disquera, y hasta este momento no saben explicarme el por qué.
Dentro de esa realidad terrible, vendías discos y tenías alguna idea de cuánto dinero iba entrar. Es decir, podías vivir de la venta de discos si tenías la fortuna de vender arriba de cien mil copias. Hoy en día eso se acabó. Llegaron las plataformas digitales, con el discurso de que quieren empoderar al artista para que no dependa de la disquera. Sin embargo, lo que pasó es que las plataformas hicieron negociaciones con las disqueras, repartiéndose la mayor parte del pastel. Lo que le llega a los artistas y compositores son las migajas del pastel.
El público no sabe esto. Recién se están enterando. Los músicos no pueden vivir de su arte porque es terrible el grado de explotación que han armado las plataformas convencionales con las disqueras convencionales.
Rubén Blades manifestó su apoyo públicamente a tu iniciativa de crear tu propia plataforma.
Así es. Y quiero agradecerle públicamente al maestro, maestro de maestros, a Pedro Navaja, el legendario Rubén Blades por eso. Rubén nos ha mostrado tantas veces el camino y la luz y que me haya dado esa muestra de apoyo y respaldo públicamente como lo hizo, la única explicación que le puedo encontrar es que eres un tipo que respeta mucho a los valientes y esto que estoy haciendo requiere valentía.
¿No tienes temor?
Rodrigo… no tengo nada que perder. Ellos nos necesitan a nosotros, necesitan nuestra música. Y cada persona que se mete a mi plataforma y disfruta de mi disco ahí, vale más que diez mil reproducciones en plataformas.
¿Qué hace a un buen cantante?
Un buen cantante te lleva más allá de la técnica. La función más importante de un buen cantante es que te haga sentir. El tema es que nadie te puede enseñar a transmitir sentimiento. Eso o lo traes, o no lo traes. Más allá de la técnica, el control vocal, y demás, debo hacerte sentir algo para ser un buen cantante.
Mi madre siempre me decía que yo no estaba consciente de lo que hacía sentir a la gente cuando cantaba. Si el público me ha seguido y si he tenido éxito, se debe a que hago sentir algo a la gente cuando canto.