Home » Técnicas » Micrófonos en vivo y estudio
Micrófonos en vivo y estudio

Micrófonos en vivo y estudio

 

Por Maria Entraigues-Abramson

En agosto del año pasado escribí un artículo acerca de la técnica de microfoneo para cantantes. Hoy les voy a hablar un poco más sobre el tema pero esta vez me enfocaré en marcar las diferencias entre los que se usan en vivo y los que se usan en el estudio.

Como cantantes utilizamos nuestras voces en distintos entornos, que podríamos fácilmente diferenciar de dos modos básicos.

Una parte de nuestras actividades vocales queda en un ámbito íntimo y más bien privado (como cuando estudiamos, vocalizamos y ejercitamos, probamos nuestros límites, aprendemos repertorio, y hasta incluso cuando ensayamos con otros músicos). 

La otra es cuando llegamos a los oídos del público, tanto al cantar en vivo ante espectadores o una audición, como al grabar en estudio material que tendrá como destino final el de ser escuchado por otros. 

Sobre esta instancia nos enfocaremos para hablar de algunos conceptos a tener en cuenta a la hora de estar frente a un micrófono, para conocerlo un poco más, entender cómo funciona y así sacarle el mayor provecho para nuestro propio beneficio.

Existe una gran variedad de micrófonos y tecnologías (dinámicos, de condensador, de cinta/listón, valvulares, electret, etc.), pero en este artículo en particular nos centraremos en los dos principales estilos de micrófonos que son con los cuales nos encontraremos en la mayoría de las ocasiones. 

De la misma manera como separamos el hecho de cantar en vivo o grabar en un estudio, también los micrófonos se dividen en dos grandes grupos, cada uno de ellos más eficiente y específico para cumplir con alguna de estas dos tareas, que si bien son parecidas, tienen a la vez muchas diferencias. 

 

Los dos tipos de micrófonos más habituales son:

Los utilizados en vivo: dinámicos, también denominados de bobina móvil. 

Los utilizados en estudio: de condensador, a veces llamados también de capacidad, electrostáticos, o su forma en inglés, condenser. Esta última denominación es la que usaremos de aquí en adelante.

Diferencia principal

La diferencia entre ambos es el principio de transducción, que es cómo procesan la presión acústica para transformarla en señal de audio, a través de un diafragma (una membrana, para que se entienda mejor) que copia las vibraciones que recibe, y transformando esas ondas en diferencias eléctricas, que se convertirán en señal audible. 

Básicamente podríamos verlo de la siguiente manera: nuestra voz genera ciertas ondas sonoras que son captadas en la membrana del micrófono, la cual las transforma en una señal eléctrica y que luego de ser procesada, termina haciendo vibrar las membranas de los parlantes o auriculares en forma idéntica a las ondas originales, solo que a una intensidad mayor, para llegar finalmente a la última membrana de la cadena, la de nuestros tímpanos.

 

Características principales

– Los condensers (estudio)

Tienen una estructura interna de suma delicadeza que los provee de una alta sensibilidad al sonido, y por lo tanto también al ruido. Normalmente los encontraremos en un soporte antivibratorio ya que puede percibir hasta los movimientos más sutiles, y muy frecuentemente también los veremos con un filtro por delante, para protegerlos de la humedad, y para frenar picos de la voz en ciertas letras muy marcadas como por ejemplo las P, K o T. Necesitan preamplificación al entregar una señal muy débil, y requieren una fuente de alimentación para funcionar, ya sea por medio de baterías o provista por la consola de mezcla (phantom power).

Entre ellos se encuentran los llamados valvulares, con una tecnología antigua previa a los circuitos integrados, pero con gran número de seguidores que encuentran su sonido más cálido.

Hay algunas versiones de condensers para uso en vivo, como los de diadema o de corbata, solo para casos muy puntuales, y otros como el Shure Beta 87 y otros modelos, para más altos presupuestos.

 

– Los dinámicos (vivo)

Están construidos con mayor robustez, lo que permite usarlos en la mano y no solo en su soporte, con menor incidencia de ruidos en su manejo. Solo lleva un protector de material similar a la esponja, filtrando en casos muy extremos de viento al aire libre, o esas mismas letras tan explosivas, y rara vez en protección de humedad por saliva. El tener menos sensibilidad que los otros es justamente lo que los hace perfectamente aptos para en vivo, además de tener completa autonomía al no necesitar baterías ni ninguna fuente de alimentación externa.

 

 

Captación del sonido

Los patrones de polaridad son diagramas de captación, que marcan de qué forma toma el sonido cada micrófono en el espacio.

Los dinámicos son generalmente cardioides (cardio, corazón) que se lo podría imaginar como una burbuja hacia delante de la cápsula, o supercardioides, que quiere decir que la captación es más estrecha, no capta tantos sonidos hacia los lados, su forma es apenas más oval (y lo que deja de captar en los costados lo compensa hacia atrás), y también en algunos casos, podremos encontrar hipercardioides, con un efecto un poco más acentuado que el ejemplo anterior.

Los condensers pueden tener estos dos patrones, pero además la variante omnidireccional donde recibe desde todos lados por igual, como por ejemplo para un coro cantando a su alrededor. También tienen la posibilidad de ser bidireccionales, o sea que toman sonido de los dos extremos, como en el caso de dos personas enfrentadas en un dúo. Se lo llama también figura 8 (ver gráfico).

Micrófonos en vivo y estudio, Figura

 

Manejo de la distancia

En los micrófonos dinámicos cardioides, hay un cierto rango de distancia que uno puede regular para controlar el propio volumen, desde acercarlo hasta casi rozar la boca, hasta apenas alejarlo un máximo de unos 25 centímetros. Más allá de esa lejanía, el micrófono generalmente ya no capta nada.

En el caso de los súper e hipercardioides, la distancia a la que se puede alejar es un poco mayor, pero por otra parte requiere de mucho cuidado al girar la cabeza, ya que enseguida dejan de captar lateralmente, o quizás tomarlo como una ventaja, al poder correr la cabeza en casos de tos, carraspera o en notas muy altas si sentimos que nos pueden fallar.

En cambio en el estudio de grabación, ante un condenser, es probable que el ingeniero de grabación nos indique un lugar determinado donde debemos pararnos manteniendo una distancia constante, y la única diferencia posible, sería pararse con un pie mas adelante que el otro y si fuera necesario, manejar el volumen muy sutilmente mediante un pequeño acercamiento o alejamiento balanceando el cuerpo. Más que eso no sería recomendable ya que estos micrófonos son mucho más sensibles y la diferencia en el nivel de la voz se volvería muy evidente.

 

Respuesta al retorno

En el estudio recibiremos el monitoreo por medio de auriculares, los cuales no interferirán introduciendo ruidos o sonidos en el micrófono condenser y su alta sensibilidad. Esto provee una gran comodidad y la posibilidad de oír sin dificultades pudiendo elegir libremente el volumen deseado. En vivo funciona de forma muy similar cuando el monitoreo es intraural, o sea pequeños auriculares anatómicamente adaptados para que ocupen el pabellón auricular, (en inglés in ears), con los mismos beneficios que en el estudio.

Ahora, un caso muy diferente es cuando se utiliza en vivo un micrófono dinámico, y monitoreo tradicional, ya que habrá que prestar atención a la dirección que le demos, teniendo que evitar que capte lo proveniente de las otras fuentes de sonido. Ya sea para que no se sume ruido innecesario que reste claridad a la voz, como para evitar el temido feedback o retroalimentación que es ese fenómeno de retroalimentación tan poco agradable.

Aquí les paso una lista de marcas comerciales y modelos usados mundialmente

 

5 recomendaciones de micrófonos dinámicos para voces

Shure SM58, cardioide, Beta58, supercardioide, origen EE.UU.

Beyer-Dynamic M88, hipercardioide, TG V96, cardioide, origen Alemania.

Sennheiser E 835, cardioide, origen Alemania.

AKG D5, supercardioide, origen Austria.

Audio-Technica, Series ATR y ATM, cardioides.

5 recomendaciones de micrófonos condensers para voces:

Neumann U87, 3 polaridades, cardio, omni y 8, origen Alemania.

Beyerdynamic MC 840, todas las polaridades, origen Alemania.

AKG C12 y AKG C414 (y versiones posteriores), multipatrón, origen Austria.

Shure, series KSM de estudio, distintos patrones, origen USA.

Audio-Technica, AT4050, 3 polaridades, origen Japón.

(Vale mencionar también a la marca RØDE, de industria australiana, con varios modelos de calidad, tratándose de una línea más económica).

Espero que esta pequeña guía les sirva para entender un poco más las diferencias entre estos micrófonos y así puedan sentirse más cómodos al utilizarlos.

Para más referencias sobre micrófonos pueden también remitirse a mi artículo del mes de marzo del año 2015 (Eligiendo micrófono).

Recuerden, ¡el conocimiento es poder!

Gracias por leerme, les deseo otro mes de mucha música y los espero en el próximo número.

 

May 17, 2019 @ 10:07 pm

Microfoneo de voces