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COMPUERTAS DE RUIDO O NOISE GATES

 

Por Mario Montellano | [email protected]

Como siempre, es un placer saludarles. En esta ocasión abarcaremos algunos aspectos muy básicos del funcionamiento y operación del procesador dinámico conocido como compuerta o noise gate. Como sabemos, el ruido de fondo siempre está presente en mayor o menor grado en cualquier sistema de audio, así como en las señales presentes en su entrada. Dicho ruido de fondo puede ser hiss proveniente de los propios circuitos electrónicos del sistema de audio, o bien ruidos indeseables captados por los micros como instrumentos adyacentes e incluso ruido ambiental cuando el micro está en reposo. De este modo, sería muy positivo poder eliminar, o al menos reducir dichos niveles de ruido. Esta es una de las premisas que podemos lograr con una compuerta o noise gate.

 

Compuertas de ruido o noise gates Figura 1

¿Qué es y cómo funciona una compuerta?

En su forma más simple, es un procesador dinámico que reduce la ganancia de una señal cualquiera por debajo de un umbral (threshold) predeterminado, lo cual trae como consecuencia una reducción del ruido existente y una vez que el nivel de la señal sobrepasa dicho umbral, la compuerta permite su paso libremente. En la mayoría de los casos, los niveles de ruido que tendremos en la señal deberán ser muy inferiores al nivel de la señal de programa deseada, por lo que bastará con ubicar el umbral de la compuerta por encima del nivel mínimo que se espera en la señal deseada (ver la Figura 1).

La línea negra punteada representa la señal de entrada, mientras que la línea roja representa la señal de salida. Vemos que por debajo del umbral preestablecido, prácticamente no existe señal de salida, sin embargo, tan pronto como el umbral es sobrepasado, la señal de entrada pasa a la salida linealmente. Vemos también que el umbral representa el punto teórico donde el nivel de la señal deseada sobrepasa el ruido de fondo. Aquí es importante destacar que la compuerta no elimina el ruido de fondo, simplemente impide su paso hasta que la señal deseada es suficientemente intensa como para cubrirlo. Esto significa que el ruido seguirá existiendo, simplemente será “disfrazado” por la mayor intensidad de la señal deseada.

 

Aplicaciones

La principal aplicación de la compuerta es cerrar temporalmente en forma automática una fuente sonora determinada. Esto tiene muchos usos, tanto en refuerzo de sonido como en grabación de estudio. Recordemos que en sonido en vivo, el número de micros abiertos repercute negativamente en la ganancia global del sistema antes de tener retroalimentación (gain before feedback), de manera que si podemos mantener cerrados los micros hasta que reciban señal tendremos un mejor control sobre este problema.

Otro uso muy común de la compuerta es reducir la contaminación de nuestras señales por fuentes adyacentes. El mejor ejemplo de esto es la sonorización de baterías. Es muy frecuente insertar compuertas en los canales de tarola y toms. Esto equivaldría a que el ingeniero pudiese estar cerrando y abriendo esos canales continuamente en respuesta a sus lapsos de uso y reposo. En el caso de las voces sucede algo similar.

 

Consideraciones para su operación

Al igual que sucede con cualquier otro procesador dinámico, la compuerta presenta ciertas consideraciones para su operación. La principal es que su presencia pase “desapercibida” al oído. Es decir, que realice su función de restringir y permitir el paso de señales alternadamente de modo que no provoque cambios perceptibles en el sonido original de la fuente. ¿Cómo se logra esto? La mayoría de las compuertas del mercado presentan una serie de controles que nos permiten adecuar la operación y respuesta del procesador a la señal presente. Todo procesador dinámico responde en base a una combinación de intensidad y tiempo llamada envolvente (envelope). La figura 2 muestra más claramente este concepto.

 

Comportamiento del envolvente de compuerta

Controles

Dos de los principales controles (generalmente graduados en milisegundos) en el panel frontal de la compuerta son el ataque (attack) y el relajamiento (release). El control de ataque determina el tiempo que le tomará a la compuerta abrirse completamente una vez que la intensidad de la señal de entrada ha alcanzado y sobrepasado el umbral (threshold) preestablecido por su respectivo control (generalmente marcado en dB’s). Un ataque corto causa una apertura rápida y viceversa. En la mayoría de los envolventes usados en una gran variedad de equipos existe otro parámetro llamado sostenimiento (sustain). En el caso de la compuerta, este control no existe en forma física ya que es controlado por la intensidad de la propia señal de entrada. Esto significa que la etapa de sostenimiento será tan larga como el tiempo que la intensidad de la señal permanezca por encima del umbral.

El control de relajación (release) determina el tiempo que tomará a la compuerta volver a cerrarse una vez que la intensidad de la señal ha caído nuevamente por debajo del punto del umbral. Un relajamiento corto causa un cierre rápido y viceversa.

 

Conclusión

Igual que cualquier otra aplicación de audio, no existe la receta mágica para ajustar nuestras compuertas correctamente, sin embargo, la mejor guía será el oído en base a la experimentación. Por ejemplo, un ataque rápido funcionará muy bien para baterías y percusiones, pero puede sonar muy agresivo en voces. Un relajamiento rápido, por ejemplo, puede ayudarnos a cortar la resonancia excesiva de los toms e incluso a crear efectos muy interesantes.

Son bienvenidos sus comentarios, preguntas, críticas y sugerencias. Hasta la próxima.